El Gobierno Vasco emite el informe de impacto ambiental favorable para la instalación de una planta de envasado y almacenamiento de gases, que ocupará una parcela de 3.845 metros cuadrados.
La empresa Tres Sesenta Gases, especializada en gases industriales y medicinales, inicia la cuenta atrás para arrancar su actividad en el puerto de Bilbao. Casi dos años después de pasar el filtro de la entidad portuaria, la compañía ha logrado el informe de impacto ambiental favorable para la instalación de una planta de envasado y almacenamiento de gases, emitido por la Dirección de Calidad Ambiental y Economía Circular del Gobierno Vasco.
El proyecto se desarrollará sobre una parcela de 3.845 metros cuadrados de superficie en el Calero, con un plazo de concesión de 25 años.
La hoja de ruta contempla establecer un centro de recarga de gases industriales para abastecer mercados destinados a usos medicinales, industriales y, a medio plazo, usos alimenticios. Asimismo, la instalación dispondrá de un sistema productivo para la fabricación de hielo seco a partir de CO2 líquido.
El volumen de producción se estima en 94 toneladas el primer año completo de operación, de 270 el segundo y de 300 el tercer año.
La actividad se llevará a cabo en una nave existente, que dispone de cerca de 1.000 metros cuadrados, con acceso a nivel. La planta baja contará con un laboratorio, una zona de almacenamiento de gases comburentes, una zona de almacenamiento de embalajes para hielo seco y una zona para la recarga de gases inertes y comburentes. Además, en el exterior de la nave, la empresa habilitará una zona de almacenamiento de gases inflamables, inertes y comburentes, al tiempo que destinará una superficie de 145,5 metros cuadrados para aparcamiento y delimitará una zona para el almacenamiento de botellas vacías, que dispondrá de una cubierta metálica.
Adicionalmente, en conexión con la zona de recarga de gases inertes y comburentes del interior de la nave, localizará en el exterior cuatro depósitos criogénicos y maquinaria para el bombeo y gasificación. Junto a este emplazamiento, el proyecto contempla una zona ATEX, sectorizada, y con acceso independiente desde el exterior, en la que se llevará a cabo el llenado de mezclas con gases explosivos. El resto de la urbanización, poco más de 1.730 metros cuadrados, se destinará a la circulación de vehículos.
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