El ayuntamiento ultima un sistema inteligente que permitirá agilizar y optimizar la operativa en las 33.000 plazas existentes en la ciudad, que se encuentran vacías el 40% del tiempo.
El ayuntamiento de Madrid madura diversas iniciativas para garantizar la sostenibilidad y eficiencia de la distribución urbana de mercancías (DUM) en la capital, en un momento en el que el Tribunal Superior de Justicia de Madrid acaba de declarar nula la parte de la ordenanza municipal concerniente a la zona de bajas emisiones conocida como ‘Madrid Central’ por defecto de forma. El Gobierno municipal tiene previsto, como adelantó este periódico, poner en marcha antes de que finalice el presente año la primera fase de su proyecto de sistema inteligente para la carga y descarga.
La ciudad de Madrid dispone actualmente de un total de 33.000 puntos de carga y descarga de mercancías, de los que 9.000 se encuentran ubicados en la almendra central. El área de Gobierno de Medio Ambiente y Movilidad del ayuntamiento, que lidera Borja Carabante, considera que es preciso optimizar estas plazas, puesto que el 40 por ciento del tiempo se encuentran vacías.
En esta línea, el sistema inteligente de carga y descarga que ultima el ayuntamiento permitirá “eliminar picos y obtener una mayor eficiencia en la gestión del conjunto de la red de puntos de carga y descarga en la capital”, apuntan fuentes del consistorio.
El nuevo sistema, que consistirá en una aplicación móvil según avanzaron responsables del Gobierno municipal a los representantes del Comité Madrileño de Transporte por Carretera, permitirá conocer el estado de ocupación de cada zona habilitada para la carga y descarga, el tipo de vehículo, el tiempo de uso, así como información sobre los usuarios de las plazas, un dato que puede convertirse en una herramienta útil para la lucha contra prácticas ilegales.
La DUM representa más del 10 por ciento del tráfico total en Madrid de media, pero en las horas punta supera el 30 por ciento, según datos del ayuntamiento. Además, supone cerca del 20 por ciento de todas las emisiones de óxido de nitrógeno.
Por eso, entre los objetivos del equipo de Carabante está poner en marcha un plan de incentivos que permita la transformación energética y eficiente de la flota de vehículos de reparto. Desde el 1 de enero de 2020, todos los vehículos de transporte de mercancías sin distintivo medioambiental tenían prohibida la circulación en el centro de Madrid, lo que ha afectado al 20 por ciento de la flota total, compuesta por más de 7.500 furgonetas y camiones ligeros, algo que ahora, a expensas de un posible recurso por parte del ayuntamiento, quedará anulado tras la reciente sentencia del TSJ de Madrid.
Las ayudas a la renovación de vehículos en 2020 se elevarían a 4 millones de euros para transporte de mercancías y 2 millones para transporte de viajeros. La intención del ayuntamiento es establecer un plan de ayudas anual 2020-2023.
Por otro lado, el Ejecutivo municipal pretende ejecutar una red de hubs logísticos en el centro de la ciudad, que todo apunta que se desarrollaría en aparcamientos subterráneos y que se complementaría con centros logísticos alrededor de la autovía de circunvalación M-40 “para reducir el flujo de desplazamientos hacia la almendra central”, confirman desde el ayuntamiento.