La oposición denuncia que la infraestructura está diseñada para que circulen vehículos de más de 7,5 toneladas, pese a que el Gobierno municipal se escuda en la seguridad.
El ayuntamiento de Madrid asumió un sobrecoste en la construcción de los túneles de la M-30 para permitir el tráfico de camiones que después ha prohibido. La oposición denuncia que la infraestructura está diseñada para la circulación de vehículos de más de 7,5 toneladas, mientras el Gobierno municipal se enroca en la seguridad vial
El grupo municipal socialista llevó recientemente al pleno del ayuntamiento de Madrid los inconvenientes que debe soportar el sector del transporte madrileño como consecuencia de la prohibición al tráfico de camiones de más de 7,5 toneladas por los túneles de la autovía de circunvalación M-30. Manuel García-Hierro, concejal del PSOE en el ayuntamiento, fue el encargado de plantear la cuestión, unos días después de que representantes del grupo municipal socialista mantuviesen una reunión con miembros del Comité Madrileño de Transporte por Carretera (CMTC) en la que se pusieron sobre la mesa las principales reivindicaciones de los transportistas madrileños en el plano municipal.
Entre otras cuestiones se abordaron la problemática relacionada con la carga y descarga, el transporte de obras y la prohibición del tráfico de camiones pesados en la M-30. En su intervención en el pleno, García- Hierro reclamó al Gobierno municipal que “explicara por qué en el diseño de la M-30 se producen unos sobrecostes, entendiendo que por la misma van a circular camiones de más de 7.500 kilos y en la práctica luego no se les permite”.
En esta línea, García-Hierro cuestionó al coordinador general de Movilidad, Fernando Autrán Pérez, sobre este presunto dispendio y continuó asegurando que “es verdad que hay que dimensionar las obras en lo que tiene que ver con la seguridad, pero también es verdad que es una auténtica contradicción que se produzca este sobrecoste, con la ruina económica que ha supuesto la M-30 para la ciudad de Madrid, para que luego hagamos una infraestructura que no pueden utilizar determinados vehículos”.
Autrán en su réplica señaló que “yo ignoro que haya habido un mayor coste de obra, pero también le digo que seguro que la obra no se fijó en función del tamaño de los vehículos que fuesen a circular por ella, sino de las intensidades medias diarias de tráfico”.
Además, en relación con el límite de las 7,5 toneladas, Autrán volvió a reiterar la postura oficial del Gobierno municipal, es decir, que “existen dos informes, uno cualitativo y otro cuantitativo, sobre la valoración de riesgos en función de esa dimensión y de ese tonelaje del vehículo. Estos estudios están basados en un criterio único y exclusivo de seguridad vial”.
LA SEGURIDAD, EL ARGUMENTO
Sin embargo, el concejal socialista recordó que en la mayoría de túneles de la capital se prohíbe la circulación de camiones a partir de las 12 toneladas y no de las 7,5, por lo que “no entendemos cuál es la razón” a la que se alude en materia de seguridad en el caso de la M-30 y puso como ejemplo el túnel de Costa Rica, a lo que Autrán respondió que ése es un túnel “mucho más corto”.
Por otro lado, el coordinador general de Movilidad recordó que los vehículos de transporte de mercancías están sujetos a controles en la M-30. De hecho, en la campaña de vigilancia y control de camiones realizada entre el 4 de febrero y el 6 de marzo de 2011, fueron controlados 682 vehículos, imponiéndose 90 denuncias por exceso de peso.