El aeropuerto debe apostar por especializarse en perecederos, mejorar sus servicios aduaneros y de handling y reducir carreteo.
El aeropuerto de Madrid-Barajas debe mejorar la fase terrestre si quiere convertirse en hub de carga. El aeródromo madrileño debe apostar en los próximos años por especializarse en productos principalmente perecederos, en mejorar sus servicios aduaneros y de handling, así como reducir los tramos de carreteo de mercancías
Javier Arán, consultor de Landside, recordó un estudio de la consultora Unisys del año 1996 que demostraba que en un envío estándar de carga aérea, el proceso completo se prolongaba por espacio de seis días de media. Doce años después, “la duración del proceso no ha variado mucho”, señaló Arán, en el curso de la jornada sobre carga aérea que tuvo como marco Logitrans 2008. Para Alfonso Fuertes, director de Carga de Iberia, “nadie marca diferencias en el tiempo de vuelo, si no en los tiempos de tierra”. Y es en esos tiempos donde se debe actuar para conseguir situar a Madrid como “hub real para la carga aérea, algo que se ha convertido en un asunto pendiente”, aseveró Arán.
Por su parte, Fuertes estableció unas líneas maestras a seguir para conseguir que el tráfico de carga crezca en el aeropuerto de Madrid. Para el responsable de Carga de Iberia, las infraestructuras son claves para este resurgir y “Barajas necesita una nueva terminal de carga próxima a la T4. Cuanto más corto sea el carreteo, mejor. Ahora tenemos 11,5 kilómetros que hay que reducir necesariamente, puesto que la mayor parte de las mercancías van en aviones de pasajeros”.
Además, Fuertes reiteró que es en la fase de tierra y, principalmente, “en el handling, donde se marcan diferencias con respecto a otros aeropuertos”. Las mencionadas líneas maestras incluyen también mejoras en los servicios aduaneros y paraaduaneros, con la introducción de “inspecciones a demanda también en fin de semana”. También mencionó Fuertes la seguridad, las nuevas tecnologías y la especialización en productos.
En este último capítulo, el responsable de Iberia insistió en que “Madrid debe especializarse en perecederos, puesto que son los productos que más importa y exporta España, por lo que no hay más remedio que hacerlo”. En síntesis, para que Madrid “se convierta en un auténtico hub de carga, necesita atraer mercancías que vengan de Europa, Oriente Medio y Extremo Oriente”, precisó Alfonso Fuertes.
Por su parte, Jesús Cuéllar, director de Desarrollo de Negocio Air & Ocean de Schenker España, señaló que hay que promover que las compañías aéreas españolas atiendan “dos huecos de mercado, como son los vuelos directos a Extremo Oriente, así como vuelos regulares con cargueros con algunos aeropuertos de América y de Asia”. En es sentido, Fuertes recordó que “no hay más aviones cargueros por un tema de rentabilidad”, a lo que Arán replicó que “más allá de los condicionamientos geográficos, tengo mis dudas de que un avión carguero no sea rentable en Madrid, siempre y cuando se apliquen tarifas competitivas y se le dé tratamiento adecuado de handling. Lo que está claro es que los volúmenes de carga están en los tráficos intercontinentales”.
En relación con los aeropuertos cargueros puros, el representante de Aena, Carlos Secades, señaló que “no existen aeropuertos cargueros puros, ya que no son rentables”. Si bien, Secades reconoció que la última sentencia que obliga a indemnizaciones a Aena a causa del ruido del aeropuerto de Barajas, puede suponer “el relanzamiento definitivo del proyecto de aeropuerto de carga de Campo Real que maneja la Comunidad de Madrid”. A su vez, Humberto Castro, director de Producción de Servicios de WFS, abogó porque “los tiempos de la carga aérea mejorarían notablemente si se pudiese transportar desde la terminal al avión y viceversa”.