La Comunidad de Madrid realizó en el primer semestre del año cerca de 800 controles de transporte en carretera, en los que se inspeccionaron casi 40.000 vehículos dedicados al transporte profesional. Estos controles en ruta, que “están dirigidos a garantizar la seguridad vial tanto de los trabajadores como del resto de los usuarios de las carreteras”, se complementaron también con inspecciones periódicas en las sedes de las empresas del sector.
Dentro de las inspecciones en carretera, la Consejería de Transportes e Infraestructuras está prestando especial atención a evitar que los camiones viajen con exceso de peso, lo que supone un peligro tanto para los profesionales como para el resto de conductores, al margen de que repercute en la libre competencia en el sector.
Con este objetivo se llevó a cabo el pesaje de 4.539 vehículos en los distintos controles de peso realizados en los seis primeros meses del año. Por su parte, otro de los puntos calientes dentro de las inspecciones, tanto en carretera como en las empresas, fue el de velar por el cumplimiento de las normas en materia de instalación y uso tanto del tacógrafo como del limitador de velocidad.
Así, en ruta se realizó el chequeo electrónico del tacógrafo y de los limitadores de velocidad a 2.642 vehículos y en la inspección de empresas se lograron controlar los tiempos de conducción y descanso de 1.938 conductores y de 1.750 vehículos, lo que supuso en la práctica el control de un total de 43.786 jornadas de conducción.