Con la concesión por 32 años a la danesa, que se ha encontrado con la oposición de Hutchison, se abre la vía para la supresión de los monopolios en la dársena del Pacífico.
Tras casi dos años de litigios con HutchisonWhampoa, que se oponía a la entrada de un segundo competidor en el puerto de Lázaro Cárdenas (Michoacán), APM Terminals ha firmado una concesión para construir 1.485 metros de muelle, 102 hectáreas de playa de contenedores e instalar 14 grúas super-postpanamax
APM Terminals, filial de manutención portuaria del grupo danés Maersk-Möller, ha anunciado recientemente la firma de un contrato de concesión con la Autoridad Portuaria de Lázaro Cárdenas, ubicada en el Estado de Morelia, en la costa del Pacífico mexicano, para desarrollar, construir y operar una terminal de contenedores durante los próximos 32 años, con una inversión de 704 millones de euros. La primera fase del proyecto, con un coste de 235 millones de euros, iniciará pronto las obras y finalizará en 2015 con la construcción de un muelle de 650 metros, un patio de contenedores de 43 hectáreas, un edificio de administración, almacenes e instalaciones ferroviarias.
También se instalarán siete grúas super-postpanamax, grúas eléctricas GTR y otros equipos de manutención. En la fase final, la terminal (bautizada TEC II) tendrá una superficie total de 102 hectáreas, 1.485 metros de muelle, siete grúas más para un total de 14, y un calado de 16,5 metros. Con esto, el puerto de Lázaro Cárdenas señala que “duplicará su tráfico total de contenedores (1,1 millones de TEUs previstos para este año) en los próximos cuatro o cinco años”, según declara Rubén Medina González, director general de la dársena.
La firma de la concesión de la terminal TEC II a AP Möller y Maersk supone un hito en la historia de la manutención portuaria en México y es un ejemplo de la apertura que vive este sector en los últimos años. A finales de 2011, el operador de Hong Kong Hutchison Whampoa presentó dos demandas ante los tribunales contra la administración portuaria de Lázaro Cárdenas para impedir la entrada de un segundo competidor en el recinto. Hutchison Whampoa ganó ambos juicios, pero el Gobierno Federal a través de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes apoyó directamente el proyecto y el 15 de diciembre de 2011 aprobó la licitación del proyecto a favor de la constructora ICA, líder en México en obra civil, y de APM Terminals.
Con la firma actual del contrato de concesión parece cerrarse el caso a favor de Maersk, y se abre la vía hacia la supresión de los monopolios en la manutención portuaria mexicana. El puerto de Lázaro Cárdenas ha crecido a un ritmo del 40 por ciento anual desde la llegada de los contenedores en el año 2005. En el primer semestre del año, el recinto mexicano ha registrado un aumento del tráfico del 28,5 por ciento con respecto al mismo periodo del año pasado.
Lázaro Cárdenas se ha desarrollado gracias al empuje del comercio chino y a sus buenas condiciones de calado y superficie para la expansión, desplazando al puerto de Veracruz de su eterno liderato del tráfico de mercancías generales en México. Y ahora, el puerto michoacano amenaza también el tráfico de vehículos de Veracruz. Lázaro Cárdenas prepara la concesión de la primera terminal especializada en vehículos de México para este mismo año, con capacidad para 750.000 unidades, lo que supone 150.000 unidades más que toda la capacidad actual del sistema portuario mexicano.
Este año, Lázaro Cárdenas impondrá un nuevo récord de movimiento de vehículos con más de 180.000 unidades (30.000 en exportación y 150.000 en importación) de marcas como Honda, Toyota, Hino, Suzuki, GM, Ford, Volkswagen y Nissan. Veracruz sigue siendo el líder en movimiento de vehículos en México, con algo más de 508.000 unidades en el primer semestre (+31 por ciento). El tercer operador es Acapulco, con caso 39.000 unidades. El sistema portuario mexicano apunta un crecimiento del 27 por ciento en vehículos en lo que va de año.