El gigante habría perdido un 20% del tráfico en su terminal del puerto marroquí.
No sólo la terminal de Maersk en Algeciras está sufriendo el desplome de los tráficos internacionales. La instalación de la danesa en Tánger Med, donde comenzó a operar en 2007 y que se reveló como una amenaza para la primera dársena española, también está padeciendo los efectos de la crisis, “lo mismo o más” que Algeciras, aseguran los expertos
La terminal de Maersk Line en el puerto de Tánger Mediterráneo está sufriendo lo mismo o más que la instalación que la danesa tiene en la vecina dársena de la Bahía de Algeciras. Si bien es cierto que Maersk registró una pérdida del 21 por ciento en su tráfico de contenedores en Algeciras en el primer trimestre de 2009 frente al mismo período de 2008, los expertos consultados aseguran que el gigante del contenedor “mantiene el mismo nivel de retroceso, e incluso más, en su terminal del puerto de Tánger Med”, donde opera desde mediados de 2007 y dispone ya de ocho grúas super post panamax.
Hasta marzo, Maersk perdió 157.202 TEUs en Algeciras, donde movió 3,1 millones en 2008 (un 2,8 por ciento menos que en 2007) ¿Pero cuánto ha retrocedido en Tánger Med? Esta cifra es una incógnita pues no existen estadísticas oficiales al otro lado del Estrecho. Sin embargo, un punto de partida para hacer una estimación es la previsión de tráfico que manejaba la danesa para la dársena marroquí en 2008, que rondaba los 900.000 TEUs, como ya publicó TRANSPORTE XXI en pasadas ediciones. Es decir, Maersk habría perdido 47.000 TEUs en el primer trimestre en Tánger Med.
Con este escenario, que se puede generalizar a casi todos los puertos que se dedican al tránsito internacional, no es de extrañar que el gigante danés haya decidido aplazar la inversión que tenía prevista para la construcción de su segunda terminal de contenedores en la ampliación de Tánger Med. La danesa, en la carta que envió a las autoridades marroquíes para explicar su decisión, argumentó que el tráfico de contenedores había bajado un 50 por ciento en 2009.
No hay que descartar que Maersk se esté sirviendo del actual escenario de crisis global como coartada para conseguir unas mejores condiciones económicas del Gobierno de Marruecos para su nueva concesión en Tánger Med. Pero a medio plazo dispone de capacidad suficiente en el Estrecho, donde tiene cuatro millones de TEUs en Algeciras y 1,4 millones en Tánger Med, además de Terminales del Sudeste en Málaga, propiedad de Dragados SPL, donde también opera, lo que haría innecesario, en principio, una nueva inversión en la dársena vecina.
Maersk Line, que paralizará 25 barcos en 2009, no descarta reestructuraciones locales si continúa el desplome de los tráficos
La bajada del tráfico marítimo es tan aguda que Maerk Line no descarta acometer una segunda reestructuración, tal como comenta Eivin Kolding, director ejecutivo de la naviera y del negocio del contenedor, en una entrevista concedida a ‘Fairplay’. “Todavía tenemos recorrido para ser más eficientes. Con en el mercado en pleno desplome tenemos menos volumen para transportar, por lo que podríamos reducir el número de empleos en Maersk Line, pero en este caso se llevaría a cabo por nuestras organizaciones locales”, explica el primer ejecutivo de la naviera, que a finales de 2008 acometió una reestructuración glogal que afectó a 4.500 trabajadores.
Con la que está cayendo, Kolding es realista: “no todos los armadores de líneas sobrevivirán con los precios que manejamos. No es cuestión de saber quién no sobrevivirá. Esta claro que algo sucederá si la crisis continúa”. Pero tiene muy claro que “Maersk Line, en un mercado declinante, no puede permitirse ceder cuota a la competencia; eso resulta un imperativo”.
Sostiene que ningún armador de línea obtendrá beneficios en 2009, aunque desconoce de qué calibre serán las pérdidas, que estarán condicionadas por la evolución de los fletes, el coste del combustible y los volúmenes. Las pérdidas netas de Maersk Line fueron de 400 millones hasta marzo. En su opinión, el sector está obligado a ir a una concentración: “En cualquier línea de comercio tienes más de 20 armadores compitiendo.
Esta situación traslada mucha presión sobre los ingresos que necesitamos para crear entidades más grandes y reducir así los costes”. Maersk Líne paralizará 25 buques en 2009 como consecuencia de la crisis: “No es agradable, pero es más eficiente consolidar carga en los grandes portacontenedores y sacar del servicio a los barcos medianos”, concluye Kolding.