Si Europa del Este deja de tirar repentinamente del usado, la situación será delicada.
La crisis de la construcción puede tener efectos muy negativos en el mercado español. La matriculación de vehículos de obra fue de 5.430 unidades hasta octubre, un nivel sólo ligeramente más bajo que los 5.471 del mismo período de 2006, pero que ya evidencia el fin de la tendencia alcista que ese segmento venía teniendo desde hace años.
José Luis Sánchez, director comercial de camiones en MAN Vehículos Industriales España señaló que “el notable aumento de la proporción de hormigoneras con respecto al resto de los vehículos de obra que se percibió ya en 2005 y 2006 delata la disminución del trabajo en el frente de la ingeniería civil y la concentración de la demanda de estos vehículos en la construcción inmobiliaria urbana, que no requiere desmontes ni vehículos especiales”. Sánchez admite que sus ventas de vehículos de obra en Madrid han descendido un 21,2 por ciento en los diez primeros meses del año 2007, aunque “la contracción varía dependiendo de la zona”.
El director comercial de camiones de la filial española del constructor alemán cree que las estadísticas oficiales tienen en estos momentos un decalaje de casi un año con la situación real de la demanda. En efecto, según explica Sánchez, la saturación de las instalaciones fabriles de Europa occidental por el fuerte tirón de la demanda en Europa del Este hace que los vehículos hayan estado teniendo y aún tengan de 5 a 6 meses de plazo de entrega desde que se formula el pedido a fábrica hasta que se envían al carrocero que, también agobiado por su tremenda carga actual de trabajo, tardará otros 6 meses en carrozar el vehículo.
“Nos encontramos pues con que las matriculaciones oficiales reflejan ahora una situación que corresponde a la realidad de la demanda de hace un año por lo menos”, subraya Sánchez. Así, si se miran las estadísticas de matriculación de vehículos de obra precedentes de la DGT se comprueba que en 2006 se matricularon 6.557 vehículos en España, lo que supone un aumento del 12,4 por ciento con respecto a 2005 y acentúa la tendencia alcista, ya que el aumento de 2005 respecto a 2004, fue del 11,5 por ciento. Como la opinión pública y los bancos tienen su mirada puesta sobre todo en la evolución de la morosidad inmobiliaria, se explica que no haya saltado aún a la luz el crecimiento de la morosidad en el pago de los vehículos, algo que sin embargo ya detectan y de manera creciente las entidades que financian su adquisición.
Además, parece que esa morosidad está siendo encubierta en cierta medida por la fuerte demanda de vehículos usados procedente de Europa del Este. Hay transportistas que adquirieron sus vehículos y aún no los han terminado de pagar pero los han vendido a transportistas de Europa oriental, sin darlos de baja en el parque español puesto que existe una reserva de dominio que les impide hacerlo legalmente. Económicamente, es más interesante deshacerse del vehículo a muy buen precio y seguir pagándolo aunque ya no se disponga del mismo que tenerlo aquí infrautilizado y perdiendo dinero con él. A veces, también sin concluirse su pago, se han vendido por ejemplo 20 vehículos con grúa en los países del Este, para comprar aquí sólo 10 y renovar flota, lo que, además del parque, aumenta falsamente la edad media del mismo. Resulta clave tener siempre en mente que el peso de la venta de vehículos de obra ha sido muy considerable estos últimos años en el total de las ventas de los fabricantes de camiones que operan en España.