MAN reclama 237 millones de euros a Hakan Samuelsson, ex presidente de la compañía, por daños y perjuicios tras el escándalo de sobornos y comisiones irregulares en los que se vio implicada la compañía para conseguir la adjudicación de la compra de camiones y autobuses del fabricante germano en el extranjero. La firma de Múnich también reclama varios cientos de millones de euros a otros seis ejecutivos, según noticias publicadas por el periódico alemán Südedeutsche Zeitung.
La cantidad pretende cubrir de un lado los 151 millones que impuso un tribunal alemán como sanción al fabricante en diciembre de 2009, y del otro los 70 millones que le costó a la compañía rectificar sus libros contables y una auditoría interna para poner al descubierto los sobornos. Tanto Samuelsson como su director financiero, Karlheinz Homung, y algunos de los otros directivos a los que ahora reclama dinero la firma de Múnich abandonaron MAN en 2009, poco antes de conocerse la sanción, pese a no ser implicados por las autoridades alemanas en los sobornos.
Entre esos directivos está Anton Weinmann, que sucedió a Samuelsson al frente de la división de camiones y autobuses cuando éste pasó a ser presidente del grupo. Ferdinand Piëch, que además de ser presidente del consejo de supervisión de Volkswagen, desempeña ese mismo cargo en MAN, asegura que la reclamación se debe a que no pusieron los suficiente controles para evitar los sobornos.