La firma sueca desmiente que su presidente, Leif Östling, vaya a irse a SKF, fabricante de equipos y componentes de automoción.
MAN vuelve a la carga para reactivar su OPA hostil sobre Scania y aumenta su control de la firma sueca a casi el 17 por ciento. Scania, por su parte, desmiente la posible salida de su presidente, Leif Östling, a SKF, fabricante sueco de equipos y componentes de automoción, ante el fracaso de sus esfuerzos por detener la fusión de MAN y VW.
MAN, el grupo germano fabricante de vehículos industriales, podría estar preparándose para reactivar su OPA hostil sobre Scania, de acuerdo con los rumores que circulan en medios industriales de Alemania. A finales del mes de diciembre del pasado año, los de Múnich anunciaron que habían elevado sus derechos de voto en el consejo de la firma sueca Scania, del 14,8 al 15,6 por ciento, mediante una operación de intercambio de acciones de tipo B por otras de tipo A con cierto inversor sueco no identificado, que no requirió desembolso económico alguno, pero existen rumores de nuevos aumentos del número de votos que el grupo germano MAN controla en el consejo de la sueca Scania, que rondaría ahora al 17 por ciento.
Además, la revista alemana WirtschaftsWoche publicó recientemente la noticia de que Leif Östling, presidente ejecutivo de Scania, podría presentar su dimisión en el transcurso de la próxima junta general de accionistas de la firma sueca, que se celebrará en mayo del año en curso. Aunque el contrato que ahora tiene Östling con Scania no expira hasta marzo del año 2009, la información publicada por WirtschaftsWoche insinuaba que, ante el fracaso de sus esfuerzos por detener definitivamente la fusión con el grupo germano MAN y Volkswagen, el presidente de Scania podría optar por marcharse y aceptar la presidencia de SKF, el fabricante sueco de equipos y componentes para automoción.
El anuncio de la salida de Östling de Scania, aunque no dejaba de ser sorprendente, tenía una cierta lógica, ya que muchos expertos creen que la única forma de desbloquear las negociaciones para una posible fusión triangular de los intereses de las compañías MAN, Volkswagen y Scania en el campo de los vehículos industriales, pasa por un cambio radical en la dirección de la firma sueca que, capitaneada por Östling y respaldada por el grupo inversor sueco Investor de la familia Wallenberg, segundo accionista de Scania, después de Volkswagen, ha venido ejerciendo una fuerte resistencia a esa fusión.
Las acciones de la compañía MAN bajaron ante un posible incremento de la oferta económica que el grupo alemán había hecho por la firma sueca, que llegó a ser de 10.300 millones de euros, pero dado que en estos momentos las caídas bursátiles se han generalizado en todo el mundo, es difícil saber si el retroceso de las acciones de MAN se debía sólo a aquella posibilidad, aunque sí es cierto que, sin embargo, las acciones de Volkswagen subieron en ese mismo período.
Pero casi de inmediato, un portavoz de Scania, al tiempo que ratificaba al diario germano Handelsblatt que el presidente de la firma sueca, Leif Östling, tenía contrato hasta marzo del año 2009, desmentía la posibilidad de que Östling dejase Scania, negándose a hacer cualquier otro comentario sobre el tema, salvo señalar que los rumores sobre esa salida de Östling eran totalmente infundados. Además, la edición alemana del diario económico Financial Times, informaba por su parte que el grupo Investor respaldaba totalmente a Östling y que le animaba a seguir al frente de la compañía sueca Scania.