José M. González
El puente de mando es el cerebro de buques paulatinamente más tecnificados, hacia donde confluye, en tromba, toda la información. El tiempo que emplea el Capitán en procesar esa información puede ser clave para evitar un peligro. La automatización puede reducir la carga de trabajo rutinaria para el marino, pero saturar al Capitán con información de hasta 200 alarmas en el puente puede ser altamente contraproducente.