Además, por primera vez, se prodrán beneficiar de los descuentos de 2013 los tráficos de productos siderúrgicos y de cereales a granel, y el tránsito de piezas especiales.
El puerto de Barcelona establece nuevas bonificaciones a los contenedores y al short sea shipping este año, que se suman a las que aplica desde 2011. Además, se benefician, por primera vez, productos siderúrgicos, cereales a granel y el tránsito de piezas especiales. La dársena ha dejado de ingresar 34 millones por los descuentos de 2011 y 2012.
La Autoridad Portuaria de Barcelona ha establecido nuevas bonificaciones para determinados tráficos este año, que se suman a las que aplica desde 2011. La entidad presidida por Sixte Cambra refuerza así la política comercial que emprendió hace dos años para crecer y cuyo coste ha sido de 34 millones de euros (14 millones en 2011 y 20 millones en 2012). Se trata de la cantidad que la dársena ha dejado de ingresar por establecer la cuantía básica de las tasas al buque y a la mercancía, de las que se benefician todos los tráficos, y por aplicar descuentos a tráficos y espacios que considera estratégicos.
Para este ejercicio, mantiene la cuantía básica y crea nuevas bonificaciones para dos tráficos en los que el puerto gana capacidad, el de contenedores, con el traslado de Tercat al muelle Prat y la ampliación de la concesión de TCB, y el de short sea shipping, con la nueva terminal de Grimaldi que estará operativa este verano. Además de las ya fijadas años anteriores, hay bonificaciones para las navieras por tramos de volúmenes de contenedores movidos. Así, a partir de los 350.000 TEUs al año, los armadores se benefician de un descuento del 5,7 por ciento sobre la tasa a la mercancía. Otra novedad es una bonificación del 40 por ciento de la tasa al buque por hacer más de un atraque con operación consecutivamente en un mismo día.
“Queremos abaratar el coste del feeder para dar más conectividad al puerto y favorecer el transbordo”, señala Rosa Puig, directora Comercial. Aunque el transbordo no levanta cabeza desde que empezó la crisis (-34,3 por ciento en 2012), el descuento a la mercancía en tránsito no se incrementa y se mantiene en el 40 por ciento de años anteriores “porque es el máximo que la ley nos permite aplicar y es fácilmente asumible conseguir el mínimo (20.000 TEUs anuales)”. Para potenciar el short sea shipping, aumentar la capacidad del servicio, el GT el 15 por ciento más anual, se traducirá en una rebaja para la naviera del 15 por ciento de la tasa al buque.
“Apostamos para que escalen buques más grandes”. Además, los armadores que hagan más de 300 escalas al año pasan de tener un descuento del 20 al 30 por ciento de la tasa al buque, la máxima bonificación. Por primera vez, se benefician del plan de bonificaciones los productos siderúrgicos, cereales a granel y el tránsito de piezas especiales. “Son tráficos que aportan valor al puerto, son significativos y queremos ayudar a fidelizar y potenciar”. Además de contenedores y short sea shipping, se mantienen los descuentos al otro gran tráfico que considera estratégico, los vehículos.
“Las bonificaciones que aplicamos ayudan a posicionar Barcelona como hub de transbordo de automóviles”, tráfico que ha crecido el 53,2 por ciento en 2012. Este ejercicio, por segundo año consecutivo, se mantienen las bonificaciones a las tasas de ocupación de las terminales de contenedores y de vehículos. De cara a 2014, “nuestro objetivo es que Barcelona siga siendo un puerto saneado y poder mantener esta política comercial para favorecer la competitividad de nuestros clientes, que va ligada al esfuerzo de toda la comunidad portuaria”.