Los operadores ven muy complicada la reanudación normalizada de la actividad a corto plazo ante los efectos devastadores del temporal en la red viaria y ferroviaria y en las plataformas logísticas que impiden la comunicación con el puerto y ralentiza la distribución comercial de productos de primera necesidad.
El desbordamiento del barranco del Poio a su paso por la comarca de l’Horta, en el entorno metropolitano de Valencia, ha situado a la logística en el conjunto de la provincia bajo la amenaza de un grave impacto económico. Los daños son millonarios. Están aún por evaluar. “Es nuestra mayor catástrofe”, reconocía ayer a Transporte XXI un veterano empresario que ya sufrió en el pasado otras inundaciones como la vivida con la ‘pantanada de Tous’ de 1982.
Almacenes inundados, camiones y semirremolques destrozados y cortes de suministro eléctrico y de agua potable impiden el normal desarrollo de la actividad logística e industrial. Junto a las pérdidas humanas (más de 100 fallecidos al cierre de esta edición), el temporal ha convulsionado la actividad de más de 20.000 camiones, de forma directa, y millares de trabajadores de centros logísticos y almacenes.
El colectivo se ha visto envuelto en este episodio de DANA que supone “un mazazo a nuestra actividad porque no podemos circular, ni trabajar, con seguridad”, explica a este periódico un empresario transitario que opera habitualmente en el puerto de Valencia.
Y añade que “lo más importante es que no hemos tenido desgracias personales de milagro, porque lo que han pasado nuestros equipos durante las últimas noches ha sido muy trágico para todos”. Ahora, todo el sector estará envuelto en peritajes de las aseguradoras para evaluar una cifra de daños que, hoy por hoy, resulta imposible de conocer. La declaración de toda la zona como catastrófica, como ha anunciado el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, en Valencia, “nos permitirá una mayor celeridad en las tramitaciones. Eso esperamos”, indican fuentes del sector.
Por su parte, la Asociación del Transporte Internacional por Carretera (Astic) ha indicado que el 95 de los camiones se sus empresas afiliadas están pudiendo realizar su trabajo “con relativa normalidad, utilizando vías alternativas para poder hacer llegar las mercancías a sus clientes”. La patronal reconoce que pese a que se han producido interrupciones en la cadena de suministro, “no prevemos problemas de desabastecimiento que puedan afectar a la ciudadanía gracias al enorme esfuerzo que está realizando este sector”. Astic cifra en 200 camiones de sus empresas asociadas los que han tenido daños por la DANA, sin pérdidas personales, pero “con un transportista desaparecido en el municipio de La Alcudia”.
Los efectos de destrucción más visibles para el sector logístico se pueden observar en los polígonos de Ribarroja, Quart, Massanassa, Paiporta, Catarroja, Alfafar, Albal, Almussafes y Torrente, en los que “la normalidad va a tardar, porque los daños económicos son muy elevados en el interior de los almacenes, junto a las infraestructuras de acceso”.
Hay que destacar que el impacto de la DANA se ha dejado sentir en el sector industrial y en la cadena de suministro del corazón logístico e industrial de la provincia. Empresas como Mercadona, Ikea, Consum, Carrefour y Ford han tenido que paralizar sus operaciones en la zona debido a las inundaciones y los cortes de suministro en sus centros operativos.
Reconstrucción millonaria
Los operadores ya han puesto su mirada en la reconstrucción de la actividad. Para ello, “poder recuperar la accesibilidad es lo más necesario”, explican los interlocutores consultados por este periódico. Estos medios indican que “necesitamos un plan de choque inmediato y que todas las contrataciones se puedan hacer por la vía de emergencia”.
Un problema que va a tardar meses, como ha adelantado el ministro de Transportes, Óscar Puente, que ha fijado como afectados 80 kilómetros de la red de carreteras del Estado. La principal afección se encuentra ubicada en la A-7 (Valencia-Alicante) “donde hay un viaducto que ha colapsado, una vía que recibe 100.000 vehículos diarios, lo que supone una afectación enorme a la movilidad”.
Este viaducto colapsado, en la zona de Quart de Poblet, en la circunvalación de Valencia, provoca el corte total de los movimientos en la A-7, desde y hacia el sur, entre el enlace de la A-3 hasta la localidad de Silla. El ministro ha explicado que “su reposición va a llevar meses, pero ya estamos trabajando en soluciones provisionales y en la implantación de alternativas que ayuden a poder circular tráficos, con restricciones de velocidad”.
En este sentido, Puente ha señalado que se tardará algunas semanas por determinar los daños en su totalidad y, para ello, la Dirección General de Carreteras ya trabaja en una solución, mediante cajones en paralelo, para sacar los tráficos por ese punto a 40 km/h”.
Como solución provisional, Tráfico ha decidido traspasar la circulación de esta vía por la V31 y V30, que dan accesibilidad al puerto de Valencia, viales que ayer sufrían una enorme congestión “fruto de la actividad de las empresas que han estado bloqueadas, porque no podemos estar sin trabajar, hay que abastecer a los centros de distribución”, explican transportistas afectados.
Junto al colapso en el viaducto de la A-7, la carretera comarcal CV-36, que podría ser una alternativa a esta congestión, tiene colapsados cinco puentes, mientras que la autovía A3 con Madrid recuperaba la normalidad “con restricciones”.
Por su parte, tanto el aeropuerto como el puerto de Valencia no han tenido daños en sus infraestructuras, aunque “no funcionan con normalidad”, explicó Puente, ya que “la situación de la red de carreteras y del transporte ferroviario impide que la operativa se pueda desarrollar”.
En este sentido, explicó que hay 80 kilómetros destrozados de la red ferroviaria de cercanías, infraestructura que se utiliza, en alguno de sus trazados, para dar servicio de mercancías al puerto de Valencia. Junto a eso, anunció que se tardará “al menos tres semanas” en recuperar el servicio de alta velocidad con Madrid. El ministro descartó evaluar, por el momento, el conjunto de daños del desastre que “va a costar reparar y reponer, no solo económicamente, que también, sino en esfuerzo y tiempo”.
Por su parte, la Generalitat Valenciana y la Diputación de Valencia aprobaron ayer una primera línea de ayudas para paliar los efectos de la DANA. En concreto, serán 250 millones de euros para las personas afectadas, mientras que la Diputación destinará 25 millones a la reconstrucción de carreteras y puentes arrasados por el temporal.
Operatividad terrestre limitada en el puerto
Por último, desde la Autoridad Portuaria se ha explicado que se “está operando con normalidad en un contexto marcado por las complejas y dramáticas consecuencias de la DANA que han afectado tanto a población como a infraestructuras”.
En este sentido, el enclave ha indicado que “las terminales de CSP, MSCT y APM han reanudado la actividad para la recepción y entrega de mercancías”, matizando que “la operatividad está marcada estrictamente necesaria para así facilitar la labor de los equipos de emergencias que están trabajando sobre el terreno, así como por las recomendaciones institucionales de limitar el tráfico por carretera y ferrocarril”. El puerto recuperó ayer la entrada y salida de buques, junto a Sagunto que también está plenamente operativo.