La gestión de Acciona en Trasmediterránea ha recibido un fuerte varapalo por parte de los socios minoritarios de la naviera, caso de Ibaizabal y Armas, que no han suscrito la ampliación de capital de 110 millones de euros aprobada en la última junta de Mayo, y de la Caja de Ahorros del Mediterráneo y Matutes, que lo han hecho en parte.
El castigo de los minoritarios se ha dejado notar en el bolsillo de la familia Entrecanales, que, además de los 55 millones de euros que les correspondía como accionista de referencia, han puesto los 11 de Aznar y los 9 de Naviera Armas, que, por supuesto, han visto diluida su participación, mientras que el primero ha aumentado la suya hasta casi el 80 por ciento (ver cuadro adjunto).
Según las fuentes solventes consultadas por este periódico, detrás de la decisión de los minoritarios se encuentran las gruesas pérdidas que viene arrastrando Trasmediterránea en los últimos años, al margen de la actual coyuntura de crisis. En concreto, Trasmediterránea, que fue privatizada hace ocho años con “un balance saneado”, tuvo unas pérdidas consolidadas de 80 millones de euros en 2008, que hay que sumar a las de años anteriores. Ahora, la naviera está acometiendo un plan de reestructuración.