El grupo califica la terminal norte como “irrenunciable” y confía en que el Gobierno autorice el proyecto en tres meses, plazo que ha dado para mantenerse en la ZAL, si le otorgan la licencia municipal para sus almacenes.
El presidente de MSC España, Francisco Lorente, indicó ayer en un desayuno con los medios de comunicación que el proyecto de la terminal norte del Puerto de Valencia es “irrenunciable, porque no existe alternativa de reubicación” para la compañía. Lamentó el bloqueo político que ha sufrido, “con nubarrones espesos” de personas que “no tienen demasiado interés en que la economía funcione porque la ignorancia es muy atrevida”.
Por esta parálisis, la compañía, a través de su división de terminales TIL, se enfrenta a un mayor coste, dado el encarecimiento de materiales y precios de la construcción de los últimos meses, lo que supondrá un incremento superior de un 60 por ciento respecto a los 1.021 millones de euros inicialmente planteados. A preguntas de Transporte XXI, Francisco Lorente explicó que “estamos viendo lo que puede costar, pero, como consecuencia de la demora, estará entre 1.400 y 1.700 millones de euros”, aunque todo indica que sobrepasará esta cuantía.
La compañía continúa a la espera, casi doce meses después, de la preceptiva autorización del Consejo de Ministros para que ratifique el proyecto de construcción del muelle que aprobó la Autoridad Portuaria en diciembre de 2022 y que remitió bajo un presupuesto de licitación de 542,7 millones de euros. Una vez construida una parte del muelle, MSC podrá iniciar sus trabajos en esta zona de la ampliación norte.
Y es que Lorente confirmó ayer que, tras la investidura de Pedro Sánchez y la formación de un nuevo Consejo de Ministros, con Óscar Puente al frente del Ministerio de Transportes, el proyecto de construcción del muelle donde se ubicará la futura terminal automatizada de Grupo MSC en el puerto de Valencia “está en el horno”.
Pese al “momento convulso” que vive España, en palabras de Lorente, MSC mantiene la confianza de hacer buena las palabras que el Secretario de Estado de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, David Lucas, trasladó recientemente a la compañía, indicando que la terminal norte “es un proyecto de necesidad estatal”. Lucas confirmó que tras la investidura, el Consejo de Ministros aprobará el proyecto, en una de sus primeras reuniones, es decir, antes del próximo mes de marzo. En este sentido, Lorente espera que el concurso para la construcción del muelle pueda ser licitado por la Autoridad Portuaria de Valencia en el primer trimestre para que se pueda hacer “de la forma más rápida”.
Terminal robotizada
Lorente reconoció que MSC tiene “atrapada” en Valencia la mitad de su volumen de negocio, cifrado en 3 millones de TEUs anuales, en la terminal pública que manejan las navieras Cosco y CMA CGM. Indicó que “no tiene sentido trabajar en el seno de nuestros competidores” y matizó que “es una mentira absoluta” que la terminal vaya a suponer una afección al empleo de los estibadores, “sino que van a trabajar menos y ganar más”. En este sentido, el presidente de MSC España aseveró que “tras un año de debates tenemos una carta de acuerdo con todos los sindicatos para una terminal totalmente automática, que es la primera medida que nos impuso Ginebra (dirección de MSC) al solicitar la instalación”. Y recordó que la instalación será pionera en España, “automatizada, totalmente eléctrica, con un sistema de suministro eléctrico para los buques y acceso ferroviario”.
A preguntas de este periódico, Lorente reconoció que el bloqueo político que ha sufrido el proyecto de terminal ha supuesto un desvío de tráficos de la compañía a otros puertos, explicando que “nuestra actual terminal dedicada tiene aún 20 años de vida útil y para el tráfico import-export cubriría nuestras necesidades, pero tenemos un plan de negocio para 5 millones de TEUs”. Y se lamentó tras indicar que “la terminal norte podría estar ya hoy operando y situando a Valencia con nuevos volúmenes”, siendo uno de los principales hubs mundiales de la naviera en la que opere su emergente flota de buques de más de 24.000 TEUs.
En este sentido, explicó la importancia que tienen los tráficos de transbordo que “permiten proteger y reforzar nuestra carga local”, señalando que “los fletes son más económicos en virtud del transbordo, aunque nuestra ilusión es que crezca el import-export”.
Bloqueo político
Por su parte, Lorente trató ampliamente el problema del bloqueo político que ha sufrido la compañía con la terminal norte. Indicó que la oposición del proyecto se generó por la coalición Compromis “con mentiras basadas en un proyecto de estandarte político”.
El presidente de MSC comentó que el diputado nacional en la pasada legislatura, Joan Baldoví, “estuvo dos horas en mi despacho para explicarle lo que era un transbordo y cuando acabamos la conversación me confesó que no había entendido nada y que aquello era un tema político que habían cogido como estandarte porque había mucha gente afín a la negación”. Junto a Baldoví, Lorente tuvo unas palabras para el exalcalde de Valencia, Joan Ribó, con el que llegó un momento, tras dos reuniones, en que “me negué a hablar con él, porque las personas tienen que hacer honor a la verdad”.
Lorente vislumbra una relajación del ambiente político en las próximas semanas que pueda aprobar el proyecto, indicando que “hoy, Yolanda Díaz (Vicepresidenta) no tiene la presión de Compromis”, mientras que, preguntado por las exigencias ambientales señaló que “el proyecto las tiene todas y cumple al 100 por ciento, ya que las afecciones a las playas ya se han producido si es que se han producido”.
El máximo ejecutivo de MSC España recordó que “los proyectos empresariales que solo quieren empleo y bienestar no tienen sentido que se boicoteen” y concluyó diciendo que “los peores tiempos han pasado, no hay una imposición de Sumar al PSOE y no veo obstáculos para el proyecto sea una realidad”.
Naves en la ZAL
Por otro lado, Lorente confirmó que tanto el Ayuntamiento de Valencia y la Generalitat Valenciana se han puesto en contacto con MSC para que la compañía no abandone sus proyectos de inversión en la Zona de Actividades Logísticas, como anunció la semana pasada.
Eso sí, la empresa ha dado un plazo de tres meses al Ayuntamiento para que este resuelva la licencia para poder ocupar los terrenos y construir dos almacenes en la ZAL, cuyo traslado quedaría así en el aire.
Junto a la licencia, Lorente indicó que la empresa exigirá al consistorio que timonea María José Catalá una carta de responsabilidad “que nos exima si esa licencia no se ha dado con las condiciones oportunas, dado que es una construcción altamente costosa”, ante los recursos judiciales que tiene el proyecto logístico del Puerto de Valencia. MSC y su filial Medlog tramitaron hace siete meses la documentación de la preceptiva licencia municipal.
En este sentido, Ignacio Ballester, director general de MSC España, explicó que la compañía también se enfrenta en estos proyectos a un incremento de los costes, ya que “solo el almacén de reefer pasará de 30 a 50 millones de euros de inversión”.
La compañía reconoce que ha sufrido un “tsunami de ofertas” tras hacer pública su renuncia a instalarse en la ZAL y que “nos han ofrecido infinidad de metros cuadrados listos y dispuestos en zonas atractivas, aunque si tenemos la licencia preferimos la ZAL porque reduce el coste de las manipulaciones, resaltando que optar por fuera nos permitiría comprar el terreno y en la ZAL es una concesión”.
Terminal de cruceros
En relación a nuevos proyectos, MSC confirmó ayer que tiene interés en disponer de una terminal dedicada para sus cruceros en Valencia, al margen de la terminal pública que tendrá Baleària, así como una instalación ro-pax para los tráficos de su filial Grandi Navi Veloci (GNV). Lorente explicó que “se están reconfigurando los territorios del puerto” y anunció que “cuando Baleària deje sus huecos (en el Muelle Turia) nosotros queremos una terminal propia que ya solicitamos hace bastantes años”.
Renfe Mercancías
Por último, la compañía está a la espera de que el Consejo de Ministros autorice su entrada en el capital de Renfe Mercancías, con un 50 por ciento. Francisco Lorente reconoció a este periódico que aún falta evaluar el coste de la operación “por los pasivos sociales” de conductores de locomotoras que pueden ir pasando a otros servicios de Renfe.
La intención de MSC es que haya “una nueva sociedad con nuevos maquinistas en la que no haya un pasivo social” en cuya confección se está trabajando. El objetivo es configurar en una única empresa las operaciones de la portuguesa Medway y de la española Renfe Mercancías.