La suiza pronostica un tráfico de 6,2 millones de TEUs para 2021 si se abarata la operativa.
La naviera suiza MSC estima que el puerto de Valencia puede llegar a perder un 70% de sus actuales tráficos de transbordo sino se aplica un ajuste en los costes de la operativa. Ese escenario supone perder un millón de TEUs anuales, aunque si se logra un abaratamiento la suiza pronostica que Valencia llegaría a 6,2 millones de TEUs en 2021.
Mediterranean Shipping Company (MSC) estima que el puerto de Valencia puede llegar a perder en un plazo de ocho años un 70 por ciento de sus actuales volúmenes de transbordo sino se aplica, “con urgencia y decisión”, una estrategia conjunta de ajuste de costes. Al cierre del pasado ejercicio 2011, el tráfico de transbordo siguió progresando hasta un máximo de 2,14 millones de TEUs, con una importante participación en su crecimiento de la naviera suiza. El escenario más pesimista de pérdida de tráfico ascendería a más de un millón de TEUs anuales si el enclave portuario no encuentra una solución de abaratamiento para las operaciones de transbordo. De hecho, según la predicción de los responsables de la terminal dedicada de la suiza en Valencia, el tráfico de transbordo podría quedarse en el año 2019 en sólo 600.000 TEUs, una situación ‘complicada’ que vendría a dejar el tráfico total de la dársena por debajo de los tres millones de TEUs, concretamente 2,77 millones de TEUs, con una pérdida del 45 por ciento respecto a los 4,25 millones de TEUs con los que tenía previsto cerrar la dársena valenciana el pasado año 2011, datos al margen de que el tráfico import-export no sufriera un deterioro y se mantuviera en los volúmenes actuales. La pérdida de transbordos provocaría un amplio expediente de regulación de empleo en la estiba, una drástica reducción de la conectividad de la dársena y un incremento en el precio de los fletes de los contenedores, hoy más económicos gracias a los megabuques de 14.000 TEUs, un escenario que se viene evitando en los últimos años, pese a la crisis, la creciente competitividad por el transbordo, con nuevos rivales como Tánger o la revitalización de dársenas francesas o italianas. Pero no sólo Tánger o Fos pueden ser determinantes. La preocupación es más cercana. Se observa con detenimiento los pasos de Hutchison en su terminal semiautomatizada de Barcelona, que reducirá un 30 por ciento los costes de estiba del enclave y será un serio competidor. Valencia ya trabaja en contrarrestar ‘la alternativa catalana’ con un moderno convenio en la estiba y con la futura terminal de la ampliación norte, una nueva plataforma semiautomatizada. De lograr abaratar la operativa, MSC pronostica una ‘ruta hacia el éxito’ para Valencia: un tráfico de 6,2 millones de TEUs en 2021, de los que 3,9 millones serán de transbordo.
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