Diego Aponte, vicepresidente de la naviera suiza, asegura que el acuerdo permitirá la “unión de las dos familias en próximos años”.
La segunda y tercera navieras de portacontenedores del mundo, la suizaMSC y la gala CMA-CGM, han decidido colaborar estrechamente, en principio a nivel operativo. Todo apunta a que este puede ser el primer paso hacia la primera gran fusión de armadores desde que la danesa Maersk realizara la compra de P&O Nedlloyd, hace nueve años
Aún es pronto para evaluar el acuerdo que las dos navieras han firmado, pero parece que se trata del primer paso para una fusión de sus actividades en algún momento. El 1 de diciembre, la francesa CMACGM y la suiza Mediterranean Shipping Company (MSC) firmaron lo que ellas llaman “acuerdo de gran alcance”, pero que se detalla en un comunicado muy breve. El anuncio de MSC afirma que las dos navieras han “acordado formar una sociedad operativa general en varios tráficos, incluyendo las rutas entre Asia y el Norte de Europa, Asia y Sudáfrica, y todos los mercados sudamericanos”.
El comunicado prosigue diciendo que “el acuerdo está diseñado para mejorar los servicios de ambas compañías y ayudará a conseguir grandes sinergias operativas y mejorar la calidad del servicio para todos los clientes”. Todo esto sugiere que, por el momento, el acuerdo es puramente operativo, y no supone una fusión. Sin embargo, Diego Aponte, vicepresidente de MSC, confirmaba tras la firma del acuerdo que la asociación “ha de unir a nuestras dos familias en los próximos años”. MSC y CMA-CGM son respectivamente el segundo y el tercer armador de contenedores del mundo, por detrás de la danesa Maersk. Sus flotas combinadas representarían el 20 por ciento de la flota mundial en TEUs. Con ello superarían a Maersk, que actualmente controla el 15 por ciento de la capacidad mundial.
Sin embargo, nadie se atreve a emitir conclusiones aún. CMA-CGM sufre problemas financieros, y con las actuales condiciones de mercado las perspectivas no son muy positivas. Esto presta lógica a una eventual fusión, pero ambas empresas están dominadas por las familias fundadoras, lo que siempre dificulta este tipo de operaciones. Los Saadé han sido muy tenaces a la hora de agarrarse a CMA-CGM, incluso cuando los acreedores pedían su salida del consejo. Los Aponte, que se cree tienen la mayor parte del capital de la muy secreta compañía suiza, también dominan su consejo.
La reconciliación de dos personalidades tan fuertes puede presentar serios problemas. Este acuerdo ha sido acogido en la comunidad marítima como la confirmación de los rumores de integración en el mercado del transporte marítimo, tendencia alentada por la caída de las tarifas de transporte y por las ambiciones dominantes de Maersk. Sin embargo, todos los expertos coinciden en que serán necesarios más datos para calificar el potencial del acuerdo.