Pequeñas muestras de principios activos de determinados productos se libran desde enero de pasar por el canal de mercancías peligrosas para su envío por avión con la entrada en vigor de la nueva normativa IATA sobre este transporte. Son pequeñas muestras de hasta un mililitro o un gramo que, cumpliendo unos requisitos de embalaje, siguen un circuito normal, “lo que supone un ahorro de costes respecto al que sigue la carga peligrosa”, señalan desde Dangerous Goods Management Spain, empresa especializada en consultoría y en operaciones de handling de mercancías peligrosas.
Farmacéuticas y químicas son empresas que suelen hacer este tipo de envíos que se beneficiarán de la medida. Otra novedad en la normativa que regula el transporte de mercancías peligrosas por vía aérea es que el mercurio y los productos que contienen este elemento son considerados tóxicos, mientras que anteriormente estaba clasificada como mercancía peligrosa con riesgo corrosivo. El cambio supone un mayor nivel de seguridad en el embalaje.