Advierten al presidente Campoy que se irán de la dársena si no cobra la deuda que arrastra Seguí a través de la estibadora TCA.
Los armadores de Canarias han reclamado a la Autoridad Portuaria de Alicante que “corte el grifo” a la concursada Contenemar, que continúa operando con un barco en la dársena a pesar de tener una abultada deuda con la entidad pública a través de la estibadora Terminal de Contenedores de Alicante, donde Seguí ostenta el 50 por ciento
“El puerto de Alicante no puede seguir dando cobertura a Contenemar, tiene que cortarle el grifo ya a la naviera de Seguí”. Este es el contundente mensaje que los armadores que operan con Canarias trasladaron al presidente de la Autoridad Portuaria, Miguel Campoy Suárez, en una tensa reunión mantenida a principios de octubre, según confirmaron fuentes conocedoras del contenido de la misma. Al encuentro, que se produjo poco después de la aprobación judicial del concurso de acreedores de Contenemar, asistieron primeros ejecutivos de Arkas Spain, Trasmediterránea, JSV Logistic y Boluda Lines, todos ellos competidores de la naviera de Seguí. Los armadores transmitieron a Campoy su preocupación porque “Contenemar continúe operando desde el puerto de Alicante con Canarias a pesar de la deuda que mantiene con el puerto”.
En opinión de los asistentes, “la actuación de Contenemar y el respaldo que está recibiendo de la Autoridad Portuaria de Alicante supone un claro ejemplo de competencia desleal porque el resto de armadores sí que estamos al día en nuestros pagos a la dársena”. Una deuda de 1,4 millones Es más, algunos de las empresas presentes en la reunión aseguraron a Campoy que “estamos dispuestos a irnos de la dársena si el puerto sigue dando respaldo a Contenemar y no le exige el pago de la deuda”. Después de declararse insolvente, la naviera propiedad de la familia Seguí, que tiene gran parte de su flota inmovilizada y embargada, abrió un nueva línea entre Alicante y el Archipiélago de Canarias.
En concreto, a través de su consignataria filial Contenemar Alicante, fletó a un armador alemán el “Marfeeder” (1996 y 4.986 GT), un portacontenedores de 400 TEUs, que enlaza todas las semanas con el Archipiélago. Este barco opera en la estibadora Terminal de Contenedores de Alicante (TCA), que está participada al 50 por ciento por la corporación de Seguí, a través de la sociedad de cartera Terminales Marítimas Tramontana, y por Consignataria Herrera Alicante. Según fuentes solventes, “la madre de cordero está en la deuda de TCA con la Autoridad Portuaria de Alicante, que roza el millón de euros”. Un portavoz del puerto que preside Miguel Campoy aseguró que “estamos analizando todas la posibilidades” para resolver la situación y las reclamaciones de los navieros, pero “la solución no es nada sencilla.
Estamos trabajando internamente antes de llevar cualquier decisión al Consejo de Administración de la Autoridad Portuaria”. Los mismos medios confirmaron que las demandas de los navieros se refieren a la deuda de TCA, cuya concesión de 65.000 metros cuadrados vence en octubre de 2010, y no a Contenemar Alicante. La consignataria de Seguí, que no está incursa en concurso de acreedores, está al día de los pagos con los prácticos y los amarradores por los servicios prestados al “Marfeeder”, según señalaron representantes de uno de estos colectivos. Además, otras fuentes añadieron que la deuda de TCA con Sedpal- APIE, sociedad de estiba de Alicante, es de 400.000 euros en concepto de mano de obra portuaria. La deuda del entramado empresarial de Contenemar con los puertos donde venía operando ronda los 35 millones. Además de la línea con Alicante, el grupo mantiene un servicio entre Sevilla y Canarias a través de su filial Termisur Eurocargo.