Con ánimo de reducir costes y mejorar la eficiencia de uso de sus recursos, Navistar, el constructor estadounidense de camiones y motores Diesel, ha anunciado el cierre de su fábrica de Garland (Texas), en el primer semestre de 2013.
La medida afectará a 900 trabajadores de los que dos tercios serán despedidos y el tercio restante será contratado temporalmente por un proveedor de Navistar. La producción de Garland será repartida entre otras plantas de la compañía. El cierre de la planta de Garland reducirá los costes de explotación de Navistar entre 25 y 35 millones de dólares.