Navistar ha llegado a un acuerdo con el multimillonario americano Carl Icahn por el que éste se compromete a no solicitar representación en el comité de dirección de la compañía cuando se celebre la junta anual de accionistas en 2012 y a votar a favor de la propuesta de nominaciones al citado comité que presente la gerencia de Navistar. Como se recordará, Carl Icahn reconoció públicamente en octubre que en los últimos meses había conseguido acumular casi un 10 por ciento de las acciones de Navistar International y de Oshkosh Trucks, dos importantes constructores estadounidenses de vehículos industriales con un frente común de actividad: la fabricación de vehículos para el transporte de tropas y la logística militar.
Icahn se había convertido pues en el segundo accionista en importancia de Navistar y se había dirigido a los responsables de esta última para reclamar uno o más puestos en el comité de dirección de la compañía.
De inmediato empezaron a circular las especulaciones sobre la posibilidad de que Icahn pretendiera unir Navistar y Oshkosh en una compañía única de la que, tras reorganizar y sanear actividades, se desprendería de la actividad en el frente militar, lanzándose después a la búsqueda de un comprador para la actividad de fabricación de vehículos industriales civiles. “Estamos muy satisfechos de haber llegado a este acuerdo con Carl Icahn”, anunció Dan Ustian, presidente ejecutivo de Navistar, que aprovechó la oportunidad para desmentir una posible salida del sector de fabricación de vehículos militares.