El fabricante estadounidense de camiones y motores podría verse obligado a acometer una nueva ampliación de capital en el segundo trimestre de su actual ejercicio fiscal.
Las cosas no han ido nada bien para Navistar en el último trimestre de su año fiscal 2012, que finalizó el 31 de octubre, hasta el punto de que algún analista ha llegado a hablar de “desmadre financiero” y de una nueva ampliación de capital para disponer de fondos con que reorganizar la compañía, que perdió 2.290 millones de euros
Navistar International ha anunciado unas pérdidas de 3.000 millones de dólares (unos 2.290 millones de euros) en su año fiscal 2012, que termina el 31 de octubre. De esas pérdidas, la mayor parte (2.770 millones de dólares) se registró en el cuarto trimestre fiscal, las cuales han sido atribuidas por la dirección del fabricante estadounidense de motores y camiones a unos costes más altos de lo previsto en el campo de las garantías, a los gastos derivados del abandono de su proyecto para alcanzar la normativa EPA 2010 con sus motores sin necesidad de usar Adblue (SCR) y sólo con la recirculación de los gases del escape (EGR), y también a las primeras imputaciones de costes de reestructuración -cierre de algunas actividades secundarias de la corporación- y reducción de plantilla.
Muchos analistas ya preveían que los resultados de Navistar en el último trimestre de su ejercicio fiscal iban a verse negativamente afectados por esos motivos, pero ninguno pensaba que lo fueran a ser tanto. “El trimestre ha sido un desmadre incluso para lo que es habitual en la compañía”, decían en un comunicado a sus clientes los analistas de Jefferies & Co. En efecto y como ejemplo, los gastos en garantías de sus motores y camiones ascendieron a 149 millones de dólares en ese trimestre, llegando a 400 millones en el conjunto del ejercicio, más otros 90 millones de gastos de reestructuración y 2.000 millones en cargas no monetarias por impuestos.
El fabricante estadounidemse Navistar perdió 287 millones de dólares en su división de motores durante el cuarto trimestre de su pasado ejercicio fiscal, frente a los 58 millones que había ganado en el mismo período del ejercicio previo, debido en buena parte al descenso de las ventas en los mercados de Brasil y Argentina. La actividad de venta de camiones perdió 160 millones, frente a los beneficios de 287 millones del año anterior, a causa de la caída del negocio en el área de vehículos militares. Y sus ingresos en el trimestre bajaron un 24 por ciento, quedando en sólo 3.280 millones, y un 31,1 por ciento (a 2.200 millones de dólares) si sólo se considera el frente de los camiones. Para Timothy Denoyer, un analista de Wolfe Trahan & Co., “las pérdidas continuarán a lo largo del año 2013 e incluso de 2014”.
AMPLIACIÓN DE CAPITAL
La valoración de los analistas es que Navistar puede verse obligada a realizar una nueva ampliación de capital en el segundo trimestre de su actual ejercicio fiscal, que va del 31 de enero al 30 de abril de 2013. En octubre último, Navistar emitió 10 millones de nuevas acciones para hacerse con 190 millones de dólares. Luis Campbell, que reemplazó a Daniel Ustian al frente de Navistar a raíz del desastre de los motores EPA 2010, tiene una dura labor por delante para enderezar la marcha de la compañía. Al cierre de una fábrica en Garland (Texas) y la reducción de plantilla ya iniciada, acaba de sumar el abandono de las sociedades conjuntas que Navistar tenía en la India con el socio local Mahindra & Mahindra.
Este último ha adquirido la parte que Navistar tenía en Mahindra Navistar Automotives (MNA) y Mahindra Navistar Engines (MNE), creadas en los años 2005 y 2007, respectivamente, por lo que los estadounidenses recibirán unos 33 millones de dólares. Troy Clark, director de operaciones de Navistar ha reconocido que la marcha de la venta de camiones en el mercado indio no había sido todo lo buena que ellos esperaban, aunque admitió que las perspectivas eran prometedoras. En los ocho primeros meses del ejercicio fiscal de Mahindra Navistar Automotives, esta sociedad vendió 7.904 camiones, de acuerdo con los datos publicados por la Sociedad de Fabricantes Indios de Automóviles, lo que representa sólo un 1,4 por ciento de participación en el mercado indio de vehículos industriales.