El Ministerio mantendrá hoy una nueva reunión con el Comité Nacional para tratar de avanzar en las principales reivindicaciones de los transportistas, encima de la mesa del Ejecutivo de Pedro Sánchez desde hace meses.
El Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana continúa inmerso en una carrera contra el tiempo para tratar de cerrar un acuerdo con los transportistas, con la amenaza de un paro patronal para los días 27 y 28 de julio, convocado por el Comité Nacional, como telón de fondo. Hoy está previsto celebrar un nuevo encuentro para avanzar en las principales reivindicaciones del sector.
La secretaria general de Transportes, María José Rallo, aseguró recientemente, en el marco de una jornada ‘online’ de la asociación de empresas del gran consumo Aecoc, que “no podemos permitir que los temas en negociación permanezcan enquistados”, por lo que “vamos a actuar con decisión”.
Lo cierto, sin embargo, es que las principales demandas de los transportistas llevan encima de la mesa del Departamento que dirige el ministro José Luis Ábalos desde finales de marzo, cuando, en pleno estado de alarma, el Comité remitió una carta al titular de Transportes con una batería de medidas urgentes para paliar los efectos negativos de la pandemia. Y más recientemente, en abril, el propio Think Tank Movilidad de la Fundación Corell envió, igualmente, una carta a la secretaria general de Transportes, que incluía una serie de reflexiones sobre el proceso de vuelta a la normalidad de la movilidad de las mercancías en el modo carretera después de la crisis sanitaria, que ya ponía negro sobre blanco la delicada situación por la que atraviesa la industria. Entre las medidas planteadas por la Fundación Corell figuraban, en línea con las demandas del sector, la “clarificación de las relaciones de las empresas de transporte con cargadores y destinatarios, atribuyendo a cada uno las tareas que le correspondan, especialmente las de carga y descarga”, y el “cumplimiento de la normativa sobre pagos a proveedores”, precisamente dos de los puntos calientes en las actuales negociaciones entre el Comité Nacional y el Ministerio del ramo. Además, el Think Tank Movilidad también proponía “prolongar la situación de flexibilidad en cuanto a tiempos de conducción y descanso”, como se hizo durante la crisis sanitaria, así como “agilizar la adecuación de las plantillas a los niveles reales de trabajo para que los ERTE no acaben convirtiéndose en ERE definitivos”. Al mismo tiempo, pedía “aplicar ayudas de política fiscal y monetaria de reducción de la carga impositiva, que ayuden a superar el bache financiero que sufre el sector”. El informe elaborado por la Fundación Corell incluía un análisis de la situación actual y las debilidades y amenazas detectadas como consecuencia del Covid-19.
De momento, las medidas anunciadas por Transportes, que se ha comprometido a no introducir modificaciones en la normativa de pesos y dimensiones, así como en el pago por uso de infraestructuras, sin consenso del sector, han sido calificadas de “insuficientes” por los transportistas, por lo que el Comité Nacional mantiene la convocatoria de paro los días 27 y 28 de julio. Las espadas continúan en todo lo alto.