Invertirá 74 millones en ampliar unas instalaciones ya existentes para fabricar tres nuevos modelos de menos de 7 toneladas.
La división de vehículos comerciales ligeros de Nissan Motor espera hacerse un hueco en el mercado norteamericano de camiones ligeros, hasta 7,2 toneladas de peso total con carga. Nissan, que ya está presente con este producto en Japón, China y Europa, no lo está en EEUU, donde anualmente se venden 1,5 millones de estas unidades
En julio del año pasado, Nissan firmó un acuerdo con la india Ashok Leyland para establecer una serie de sociedades conjuntas que facilitarán el acceso de la firma nipona a este mercado emergente. Hace escasos días, Nissan ha anunciado también su intención de entrar en el mercado ruso de comerciales ligeros, con el lanzamiento de dos modelos en septiembre de este mismo año (el “pick-up” NP300 y el camión ligero Cabstar) y otros cuatro en el transcurso de los tres años siguientes, pretendiendo lograr allí unas ventas de 3.500 unidades al año. Nissan cree que el mercado ruso de comerciales ligeros, que absorbió 290.000 unidades en 2007, crecerá hasta 420.000 en 2014.
Para introducirse en el mercado norteamericano, Andy Palmer, vicepresidente de Nissan LCV, la división de comerciales ligeros creada hace algo menos de cinco años, ha dicho que se van a desarrollar y fabricar tres nuevos modelos cuya comercialización se llevará a cabo a partir de 2010. Dado que Nissan ya cuenta en otras partes del mundo con modelos destinados a ese segmento, parece lógico pensar que se usaran éstos adaptándolos a los gustos norteamericanos, pero Frédérique Le Grevès, vicepresidenta para comunicación corporativa de Nissan en Estados Unidos, declaró a TRANSPORTE XXI que los vehículos están siendo desarrollados por el Centro Técnico de Nissan Norteamérica para el mercado estadounidense y que los dos primeros conceptos ya se podrán ver en el Salón de Detroit de 2009.
Según parece, va a empezarse con tres modelos, dos para competir con vehículos como el Ford Econoline, la gama Sprinter de Dodge, similar a las Mercedes del mismo nombre y la Chevrolet Express, con los que Nissan compite en Europa mediante sus modelos Primastar e Interstar. Habrá además un tercer modelo de mayor tonelaje que todo apunta a que podría ser similar al Atleon que Nissan fabrica en Avila. Los modelos americanos llevarán motor Cummins y caja automática de cambios ZF, fabricándose ambos órganos en Estados Unidos puesto que la actual paridad entre el euro y el dólar hace inviable la exportación desde otros países de Europa o Japón.
Cummins, que ya motoriza las unidades más potentes de la gama Atleon que se vende en España, preparará dos motores distintos para los nuevos vehículos. Para construir éstos, Nissan LCV utilizará unas instalaciones ya existentes en la ciudad estadounidense de Canton, en el estado de Missouri, que fueron abiertas en 2003 y en las que ahora se construyen el pick-up Titan y la berlina Altima, el SUV Armada (similar al Infiniti QX56) y el monovolumen Quest de la firma japonesa.
Estos dos últimos dejarán de fabricarse para hacer sitio a los nuevos modelos a partir de la entrada en producción de sus futuras versiones renovadas. Además de la inversión en el desarrollo de los nuevos modelos, Nissan gastará 118 millones de dólares (unos 74 millones) en reacondicionar la planta de Cantón y en la construcción en la misma de un nuevo taller de pintura. Las instalaciones cuentan con 3.700 empleados que la firma nipona espera poder conservar en el período de transición hasta que se empiece a fabricar los nuevos vehículos.
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