El negocio portuario español asiste a una nueva transformación. En el reciente pasado de la estiba española asistimos a la extinción de negocios familiares, creados desde una naviera, consignataria o una empresa de transportes, y a su venta a las constructoras, lo que produjo una tibia transparencia económica y una mejoría en aspectos como la gestión y la inversión.
Hoy estamos asistiendo a una segunda transición en la que podemos diferenciar dos etapas. Una primera en la que el sector pasó a manos de terminalistas globales, casos de Tercat o Contarsa, hoy propiedad de Hutchison y DP World, respectivamente, y al mismo tiempo se logró diseñar una multinacional, como TCB, mezclando financiación externa con hábitos de gestión locales en una clara apuesta por el crecimiento internacional.
La segunda etapa de esta secular evolución esta siendo la emergente aparición de Noatum Ports, la antigua Dragados-SPL, una inversión hoy apoyada por enormes capitales y en la que se está configurando un equipo de gestión de enorme talento y amplia trayectoria, logrando agrupar bajo una misma marca a profesionales de Hutchison, DP World y APM Terminals para dirigir los activos de mayor calidad del mercado español de terminales de contenedores: Marítima Valenciana, Opcsa, ATM y Terminales del Sudeste.
Hoy Noatum Port debe saber administrar, con maestría, el liderazgo de sus terminales y si quiere convertirse en un referente empresarial internacional, deberá evolucionar la gestión de la mano de la transparencia. Su gran reto es la eficiencia y su éxito será bandera de enganche para todos aquellos que prioricen la excelencia.
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