Dos módulos, de 125 y 135 toneladas cada uno, fueron estibados por Euroports, en colaboración con DSV, en el muelle de Castilla de la dársena catalana, que está especializándose en este tipo de operaciones, con destino a Amberes.
El puerto de Tarragona ha vuelto a ser escogido para una operativa de project cargo. La operación se desarrolló en el muelle de Castilla. Consistió en la carga de dos módulos de 125 y 135 toneladas cada uno. Se trata de un condensador construido en el cercano polígono Francolí.
La carga fue estibada por Euroports, en colaboración de DSV, y con el destino final al puerto belga de Amberes. La operativa duró menos de cuatro horas, informa la Autoridad Portuaria. En total, fueron embarcados seis elementos que sumaban un total de 270.100 kilogramos y con un volumen de 803 metros cúbicos.
Este tipo de carga “pone en valor el puerto de Tarragona como puerta de salida de mercancías de alto valor añadido construidas en el territorio”, señalan desde la Autoridad Portuaria.
La dársena catalana se está especializando en este tipo de operativas. Para ello, “cuenta con unas condiciones idóneas por este tipo de tráficos, con grandes explanadas al aire libre que facilitan el embarque directo desde el muelle, así como amplias áreas operacionales y mano de obra especializada”. El puerto de Tarragona no solo es puerta de embarque de este tipo de carga. También acoge la actividad de grandes construcciones o ensamblajes de instalaciones que generan tráfico marítimo de project cargo. La demanda de refinerías y complejos químicos favorecen la elección del enclave catalán para la construcción de grandes proyectos. El puerto de Tarragona se ha hecho un hueco en el sector al contar con mano de obra especializada generada por la industria auxiliar petroquímica. Además, dispone de un clima benigno que permite trabajar todo el año al aire libre a diferencia del norte de Europa.