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Nuevo ataque de CCOO a Transportes Ochoa, que hace peligrar la viabilidad de la suspensa

El sindicato lleva a la vía judicial el ERE extintivo aprobado por Empleo, lo que bloquea el pago de indemnizaciones por el Fogasa y podría generar más destrucción de trabajo.

CCOO lanza un nuevo ataque a la concursada Ochoa, que pone en jaque su viabilidad. El sindicato lleva a la vía judicial el ERE aprobado por Empleo, que afecta a 200 empleados, casi la cuarta parte de la plantilla. La decisión bloquea las indemnizaciones del Fogasa y podría provocar el cierre de la paquetera. Es decir, más destrucción de empleo

El sindicato CCOO, que ya torpedeó el acuerdo alcanzado entre Transportes Ochoa y los bancos para refinanciar su deuda sin acudir al concurso de acreedores, ha vuelto a colocar otro palo en la rueda de la tercera paquetera española, que pone en serio riesgo su viabilidad. La organización sindical, sin el respaldo de UGT, ha recurrido la resolución del Ministerio de Empleo, que desestimó el recurso de alzada interpuesto contra el ERE de Transportes Ochoa, ante la Sala de lo Social de la Audiencia Nacional, que ha derivado la demanda al Tribunal Superior de Justicia de Madrid. La apertura de este nuevo frente se produce cuando la paquetera aragonesa, que perdió su fondo de comercio tras entrar en proceso concursal, ha recuperado el 30 por ciento de su producción, pese a “las dificultades que entraña empezar de cero en esta situación”, según aseguraron a TRANSPORTE XXI responsables de la compañía.

La decisión de CCOO ha causado extrañeza incluso en círculos sindicales, que entienden que “debería haber prevalecido la voluntad individual de los trabajadores, a los que se les hace un flaco favor al acudir a la vía judicial”, por no hablar de la “delicada situación en la que deja a la actual plantilla de la compañía”, con la espada de Damócles del cese definitivo de la actividad. Hay que tener en cuenta, en primer lugar, que el Fogasa, que ya de por sí acumula un retraso considerable en la tramitación de expedientes, no hará frente a las indemnizaciones fijadas hasta que exista una sentencia firme, apuntaron desde el Fondo de Garantía Salarial. Es decir, la organización sindical ha metido en un “lío tremendo” a los trabajadores despedidos, que seguirán sin cobrar los salarios pendientes de pago, advirtieron fuentes sindicales, muy críticas con la decisión de CCOO.

El recurso, a su vez, paraliza las demandas individuales presentadas por los trabajadores afectados por el expediente de regulación de empleo, al prevalecer la acción colectiva, añadieron los mismos interlocutores. Para más inri, aunque expertos jurídicos consultados por este periódico creen que “es difícil que prospere” la vía judicial abierta, si finalmente el Tribunal Superior declara la improcedencia del despido, recurrible ante el Supremo, el embrollo sería ya monumental. En román paladino, la central sindical podría abocar a la concursada a echar el cierre y, por tanto, a dejar en la calle a más de 500 empleados. Y es que la compañía de transporte, con un pasivo de 76,9 millones, de los que 56,5 corresponden a deuda con los bancos y el resto a proveedores y trabajadores, se vería incapaz de hacer frente en la situación actual a la readmisión de los 200 despedidos.

CAUSAS ECONÓMICAS
Como ya avanzó este periódico, la Dirección General de Empleo autorizó el pasado 29 de marzo a Transportes Ochoa la extinción de las relaciones laborales de 200 trabajadores -casi la cuarta parte de la plantilla-, así como la reducción de un 10 por ciento de la jornada hasta finales del próximo año. De hecho, una vez desestimados los recursos interpuestos por CCOO y UGT, la paquetera ha ejecutado ya el ERE, al que se han sumado bajas voluntarias. La medida se enmarca dentro de su proceso de reestructuración para hacer frente a la fuerte caída de la actividad y de las ventas como consecuencia de la crisis. La resolución de la Dirección General de Empleo constata, en este sentido, que concurren causas económicas y productivas.

En concreto, el escrito recoge que los ingresos de la compañía han caído cerca de un 8 por ciento en los últimos tres años, con una reducción del 30 por ciento del volumen de mercancías transportadas, y señala que ha entrado en “fuertes pérdidas debido a las grandes cifras de amortización acumulada y la deuda financiera”, pese a que la “actividad propia de Ochoa genera beneficios”. El plan de ajuste también incluye el cierre de ocho centros de trabajo, menos de los previstos inicialmente: San Fernando de Henares, Barberá del Vallés, Cornellá, Santander, Santiago de Compostela, Jaén, Pamplona y Algeciras. CCOO, por su parte, insiste en su demanda, a la que ha tenido acceso este periódico, que el planteamiento de Transportes Ochoa es “desproporcionado” y “carece de racionalidad”.

Un criterio que también comparte UGT, que ha preferido no entorpecer el proceso concursal para tratar que la empresa salga adelante, apoyando a los trabajadores que han decidido impugnar individualmente sus despidos. Un camino que, por el contrario, no ha elegido CCOO, que no se sabe muy bien qué intereses defiende, teniendo en cuenta que su decisión podría generar más destrucción de empleo. De momento, habrá que seguir esperando acontecimientos. Según ha podido saber este periódico, los administradores concursales han solicitado una prórroga para la presentación de su informe, junto al plan de viabilidad de la paquetera, que podría estar listo a finales de este año o principios del que viene.

La escandalosa actuación de CCOO ‘en defensa’ del empleo

Comisiones Obreras, bajo la batuta de Alberto Margalló, secretario general del sector carretera, y José Antonio Fernández, del área de acción sindical y negociación colectiva, y otrora representantes de los trabajadores de lamultinacional DHL, una de las principales beneficiarias de la entrada en concurso de Transportes Ochoa, continúa su particular cruzada contra la paquetera de manera casi obsesiva. Hay que recordar que esta organización sindical, más beligerante que UGT durante todo el proceso, ya hizo saltar por los aires las negociaciones de la paquetera con los bancos para refinanciar su deuda al torpedear el ERE que preparaba la compañía para ajustar su estructura a la actual coyuntura económica. Una decisión que abocó a Ochoa a declararse insolvente y pedir la tutela judicial. Y es que las entidades bancarias sólo ponían como condición para ‘abrir el grifo’ que la empresa alcanzara un acuerdo con los representantes de los trabajadores para obtener del Fogasa el pago de las indemnizaciones derivadas del ERE extintivo. Un escenario que podría haber evitado la entrada de la paquetera en concurso de acreedores.

Posteriormente, tras la solicitud del concurso, CCOO denunció que la compañía no daba ocupación efectiva, teniendo lugar “conflictos laborales de carácter irregular en varios centros de trabajo, todos ellos sin preaviso legal, lo que impidió a la paquetera prestar sus servicios con normalidad”, según subrayó Transportes Ochoa a través de un comunicado, poniendo en serio peligro la viabilidad de la compañía desde el minuto cero. El último capítulo, de momento, de esta ‘campaña hostil’ orquestada por CCOO ha sido acudir a la vía judicial, ahora sin el respaldo de UGT, tras la desestimación del recurso contra el ERE autorizado por Empleo, que la paquetera ya ha ejecutado. Una vía que no se sabe muy bien a qué intereses puede responder, teniendo en cuenta que los trabajadores podrían convertirse en los principales damnificados de esta controvertida decisión adoptada por CCOO. No ya sólo por el boqueo de las indemnizaciones del Fogasa, que no moverá ficha hasta que haya una sentencia firme, lo que alargará sine die la espera de los trabajadores despedidos para cobrar los salarios pendientes, o por la paralización de las demandas individuales, sino porque una rocambolesca decisión judicial podría abocar a la paquetera al cierre de su negocio y dejar en la calle a más de 500 trabajadores, cuyos puestos de trabajo afirma defender el sindicato.

Así las cosas, se abren numerosos interrogantes sobre los motivos que han podido llevar a CCOO a emprender este camino, que supone una complicación añadida en el proceso concursal y rompe la paz social que necesita una empresa inmersa en esta situación para salir a flote. Una de las hipótesis que está en la calle y cobra fuerza es la vinculación de representantes de CCOO con DHL, liberados de la multinacional -que más ha pescado en río revuelto-, según fuentes conocedoras del proceso negociador. Este periódico se ha puesto en contacto con CCOO, que niega este extremo y sostiene que el hecho de que varios delegados puedan ser liberados de la filial del grupo alemán, como también los hay de otras empresas, no ha influido en la decisión de acudir a los tribunales ni en la imposibilidad de cerrar un acuerdo con la paquetera. Otras fuentes consultadas por este periódico también apuntan que “la irracionalidad” de CCOO puede responder a una dura negociación, que ha enrarecido en exceso el ambiente, por lo que no descartan que el sindicato trate así de saldar cuentas pendientes, sin importar que finalmente se destruya más empleo.

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