Ante el descenso de las precipitaciones en la zona, las autoridades del Canal de Panamá imponen un sobreprecio a todos los buques por el uso de agua dulce.
El Canal de Panamá ha empezado a cobrar, por primera vez en su historia, un cargo de nueva creación por el consumo de agua dulce en sus exclusas. Las precipitaciones en la cuenca hidrográfica del Canal han experimentado una reducción del 20 por ciento, el quinto peor dato en los últimos 70 años, que está afectando al lago Gatún, la principal reserva de agua que alimenta al canal y que abastece de agua potable a la mitad de los habitantes del país.
La tasa se ha establecido en 10.000 dólares fijos para barcos de 27,7 metros de manga y mayores de 38,1 metros de eslora que atraviesen el paso. Además, se establece un recargo de entre el 1 y el 10 por ciento, en función del nivel del lago Gatún. Estos costes se suman a los más de 180.000 dólares que, de promedio, pagan los barcos por cruzar este istmo.
La empresas de transporte que emplean el canal –en su mayoría chinas y estadounidenses- han reaccionado de forma positiva; según el administrador de la Autoridad del Canal de Panamá, Ricaurte Vásquez, ocho de cada diez empresas han señalado que “si esto es lo que tenemos que hacer, hagámoslo y hagámoslo ya”. Se ha hablado con las diferentes agencias “vinculadas a las asociaciones de empresas de fletes y hemos explicado los motivos de los nuevos cargos”, así como las medidas que se tomarán para suavizar los efectos de la escasez de lluvias, señaló Ricaurte.
Las autoridades del canal han indicado que se acometerán nuevas infraestructuras para el ahorro de agua o para la captación de fuentes o reservas naturales o para la desalinización de agua de mar. Al mismo tiempo, se han anunciado cambios en las reservas anticipadas de paso, para afinar con más precisión los tránsitos previstos durante la época seca. El año pasado cruzaron el canal una media de 38 barcos diariamente y se pretende que en la estación seca se limite el paso para preservar las reservas de agua dulce.