Las dársenas públicas comienzan a solicitar embargos de buques, retirar licencias y ejecutar avales de Seguí para recuperar 35 millones por impago de tasas portuarias.
Las Autoridades Portuarias que tienen como cliente a Contenemar parecen haber despertado de su letargo frente a la práctica del grupo de Seguí de no pagar la tasas . Los puertos acreedores ya han comenzado a pedir el embargo de buques, retirar licencias para operar en las dársenas y ejecutar avales de la concesiones adjudicadas a Seguí
Las Autoridades Portuarias están comenzando a pasar factura a Contenemar e Iscomar, la primera ya en concurso de acreedores y la segunda a la espera de que el juzgado acepte su insolvencia, para cobrarse las gruesas deudas que las empresas del grupo Seguí les han endosado. Entre los puertos más afectados por la práctica normal e histórica del grupo Contenemar de no pagar las tasas se encuentran Baleares, Barcelona, Valencia, Vilagarcía (Pontevedra) y Santa Cruz de Tenerife, donde la familia Seguí dispone de terminales propias. La deuda total del grupo Contenemar por el impago de las tasas portuarias alcanza los 35 millones de euros, según fuentes solventes.
Por una parte, el puerto de Barcelona, donde Contenemar es titular de una concesión a través de la también concursada Estibadora del Ponent, está estudiando pedir la subasta del “Teresa del Mar”, un portacontenedores del año 1986 propiedad de Contenemar sobre el que ya pesan dos embargos, uno a petición de la propia dársena que preside Jordi Valls y otro del sindicato STMM CGT, este último por una deuda de 180.000 euros en concepto de salarios a la tripulación del barco. La Autoridad Portuaria también ha retirado la licencia que ostentaba Contenemar Barcelona para operar como consignataria en la dársena.
La deuda de Iscomar, la naviera del grupo que opera entre el enclave catalán y Baleares, no ha trascendido. Lo que sí se sabe es la deuda de esta armadora con las empresas de amarre y de remolcadores de la dársena, que supera el millón de euros. Otros medios consultados aseguran que Iscomar ha librado pagarés por la prestación de servicios portuarios (prácticos, amarradores y remolques) que al ser ejecutados, en el momento del vencimiento, no tenían fondos. De hecho, el puerto que preside Valls “ya ha dado autorización a los proveedores del puerto para que no presten servicios a los barcos de Contenemar e Iscomar”.
En la misma línea, el sindicato SLMM CGT solicitará en los juzgados el embargo del “Julia del Mar”, “Gracia del Mar” y “Mercedes del Mar”, el primero amarrado en Barcelona, el segundo en Vigo y el tercero en Valencia, todos ellos con sus respectivas tripulaciones a bordo y en huelga por el impago de los salarios. El “Julia del Mar”, ahora rebautizado “Noora Moon”, un portacontenedores de 6.708 GT y del año 1981, aparece ahora como propiedad de la empresa Noora Moon Shipping con sede en Panamá. El “Gracia del Mar”, de iguales características que el anterior, es propiedad de Imot, una filial del grupo Contenemar.
En el caso del “Mercedes del Mar”, un ro-pax de 16.537 GT y del año 1976, el propietario del mismo es la sociedad Meykel, otra filial del grupo de la familia Seguí, según las bases de datos profesionales aunque otras fuentes solventes aseguran que el titular del mismo es Sa Nostra de Inversiones, entidad especializada en la financiación de activos fijos que pertenece a la Caja de Ahorros de Baleares Sa Nostra. El puerto de Valencia, donde Contenemar tiene una concesión cuyo titular es Terminales del Turia, también está haciendo los deberes para intentar cobrarse la deuda de Seguí, que los medios estiman en dos millones de euros.
En concreto, la Autoridad Portuaria que preside Rafael Aznar ha retirado los avales y las licencias de la estibadora Terminales del Turia, en proceso concursal, y a la consignataria Contenemar Valencia. El grupo propiedad de Seguí no ha repuesto los avales ejecutados en Valencia, cuyo plazo venció el 14 de septiembre, por lo que la citadas empresas no pueden trabajar. La licencia de Terminales del Turia vencía en 2018. Por su parte, al cierre de esta edición, el puerto de Vilagarcía había concedido un plazo de cinco días a Terminal de Contenedores de Vilagarcía (Tercovi), la estibadora de Contenemar en la dársena, que también se encuentra en concurso de acreedores, para presentar el aval de 600.000 euros que aparece recogido en el pliego de condiciones como fianza para la explotación de la concesión.
Es decir, la filial de Contenemar en Vilagarcía viene explotando la terminal desde su adjudicación, a finales de 2007, sin el aval exigido en las concesiones de dominio público, tal como marca la Ley. También es cierto que la estibadora comenzó a operar en la terminal de Vilagarcía antes de la finalización de las obras que ejecutaba la Autoridad Portuaria, que concluyeron en 2008. Es de suponer que si Contenemar no presenta el citado aval, la Autoridad Portuaria retirará la licencia a la estibadora Tercovi y a Contenemar Galicia, filial que opera como consignataria en la dársena. La deuda de Contenemar con el puerto de Vilagarcía “superaría con creces el millón de euros”, según fuentes solventes.
En la misma línea, al cierre de esta edición, la Autoridad Portuaria de Baleares (APB) había dado un plazo de una semana a las filiales de Iscomar, que ha solicitado concurso de acreedores, para que saldaran sus deudas por el “impago reiterado de las tasas de ocupación”. El requerimiento hecho por la Autoridad Portuaria afectaría a las filiales Náutica Pitiusas, Consignataria Náutica Mernorquina, Estibadora Palmaport y Estibas Baleares, entre otras. La deuda de Iscomar con la Autoridad Portuaria de Baleares es de 12 millones de euros, que se ha convertido en 15 millones tras ser traspasado el cobro de la misma a la Agencia Tributaria.
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