Mario Herraiz. CEO y cofundador de Nozama
El comercio electrónico se ha convertido en uno de los grandes dinamizadores de la economía en los últimos años
El extenso y combativo universo del comercio electrónico se ve respaldado por una estructura logística de inmensa importancia, constituyéndose como un pilar fundamental que da soporte a cada acción de compra-venta que tiene lugar hoy en día. Grandes plataformas de ecommerce, como Amazon, han impuesto un nuevo estándar, creando expectativas de entregas no solo rápidas, sino también precisas. Esto pone de manifiesto el crucial papel que desempeña una administración logística sólida y eficiente, que no solo debe cumplir, sino superar, las anticipaciones del cliente, alzándose con un servicio impecable y efectivo.
Desafíos y estrategias
El primer paso en esta cadena logística integral es la administración de inventarios. Esta etapa es fundamental para conseguir un balance óptimo entre la disponibilidad de productos y el coste de alojarlos. A pesar de su relevancia, la capacidad de prever la demanda de manera precisa perdura como uno de los principales desafíos. En este contexto, las fluctuaciones inesperadas pueden generar un sobrestock o, por el contrario, una falta de stock, afectando la fluidez de las operaciones y la satisfacción del cliente.
La eficiencia dentro de la cadena de suministro es absolutamente vital para asegurar que los plazos de entrega se cumplan de manera consistente. Sin embargo, la variabilidad en los tiempos de tránsito y las tarifas de transporte, junto con la disponibilidad de recursos, pueden provocar retrasos y costes adicionales, lo que, en última instancia, impacta en el proceso de entrega rápida y confiable al cliente final.
Asimismo, la logística inversa, que incluye la gestión de las devoluciones de productos, se manifiesta como una tarea no solo costosa, sino también compleja, incidiendo directamente en la rentabilidad y la eficiencia operativa de la entidad.
Proveer a los clientes la habilidad de rastrear sus pedidos en tiempo real es un componente que potencia de manera significativa la experiencia del cliente, permitiéndoles sentir un control y seguridad sobre su compra. No obstante, la tecnología de seguimiento necesaria para implementar esta funcionalidad demanda inversiones significativas y puede enfrentarse a obstáculos relacionados con la precisión en el seguimiento.
El análisis de datos se erige como un recurso de gran valor, proporcionando la posibilidad de identificar áreas de mejora dentro de la cadena logística. Sin embargo, es imperativo que la calidad y pertinencia de los datos recolectados sean de un estándar elevado para evitar, precisamente, que decisiones incorrectas perjudiquen la operatividad del negocio.
Eficiencia, supervisión y sostenibilidad, clave para el éxito
No podemos olvidarnos de una gestión eficaz de almacenes y una distribución bien articulada, indispensables para satisfacer las expectativas de entrega rápida del cliente, si bien factores como la ubicación geográfica de los almacenes y la disponibilidad de espacio pueden afectar la eficiencia operativa y la velocidad en la entrega al cliente.
Mantener los costes logísticos bajo una supervisión y control estrictos es fundamental para ofrecer precios competitivos al consumidor y, al mismo tiempo, conservar un margen de ganancia saludable. Sin embargo, diversos factores externos, como fluctuaciones en los precios del combustible o tarifas de transporte, pueden dificultar este control.
Además, asegurar el cumplimiento de normativas y requisitos también es vital para el funcionamiento exitoso de la operación logística, aunque las regulaciones, que se mantienen en constante cambio y adaptación, pueden complicar el cumplimiento y afectar tanto la operatividad como la reputación del vendedor.
En este sentido, la adopción e implementación de prácticas logísticas sostenibles no solo se presenta como una ventaja desde la perspectiva ambiental, sino que también puede ser valorada positivamente por consumidores que son conscientes del impacto ambiental de sus compras. Sin embargo, dichas prácticas pueden encontrar resistencia por parte de algunos stakeholders, que perciben la sostenibilidad como un coste adicional no justificado.
Sin duda, la habilidad para adaptarse con agilidad a los cambios en la demanda o a las disrupciones es vital, aunque puede ser desafiante en una cadena de suministro compleja, con múltiples partes interesadas.
La cadena logística como impulsora del comercio electrónico
La administración logística en el ámbito del comercio electrónico, particularmente en plataformas de la envergadura de Amazon, es un terreno que abarca múltiples facetas y que exige una coordinación meticulosa. La capacidad de adaptarse a las cada vez más cambiantes circunstancias, invertir en tecnología de punta y mantener un enfoque robusto centrado en el cliente, junto con un análisis de datos preciso y perspicaz, se configuran como elementos clave para navegar con éxito a través de las, a veces, tormentosas aguas del comercio electrónico contemporáneo.
El ecommerce se ha convertido en uno de los grandes dinamizadores de la economía en los últimos años. Para que funcione de forma adecuada es imprescindible que el engranaje logístico funcione con la máxima precisión posible y, también, esté preparado ante posibles incidencias que, en cualquier momento y eslabón de la cadena, pueda surgir.
Gigantes del sector, como Amazon, penalizan a aquellas empresas que no cumplan, de forma escrupulosa, con los procesos y plazos establecidos. Por ello, optimicemos la logística en el ecommerce para sobresalir en un mercado dominado por la entrega rápida.