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Otras 8 empresas de Contenemar presentan concurso de acreedores

La cabecera de Seguí y tres de sus filiales, cuya insolvencia ya ha sido aceptada, tienen un pasivo de 114 millones de euros.

Otras ocho empresas del grupo marítimo propiedad de los Seguí se han declarado insolventes y han solicitado que su procedimiento se sume al concurso de acreedores ya aprobado por los juzgados para Contenemar y tres de sus filiales, que reconocen un pasivo de 114,25 millones de euros. Casi toda la flota del grupo se encuentra paralizada y embargada

La naviera Contenemar ha solicitado al Juzgado Mercantil Nº 12 de Madrid que sume a su procedimiento de concurso voluntario de acredores a otras ocho empresas del grupo, según escrito del pasado 3 de Noviembre al que ha tenido acceso TRANSPORTE XXI. Estas empresas, cuya insolvencia fue presentada en el Juzgado Mercantil Nº 6 de Madrid, son: Marítima Tarfaya, Náutica Pitiusas, Talleres Porto Pi, Transportes Logísticos Vedra, Meykel, Uldeberri, Consignatararia Náutica Menorquina y Estibadora Palmaport. Como se recordará, el pasado 1 de septiembre, este juzgado Nº 12 aprobó la insolvencia de Contenemar y de tres de sus filiales (Terminales del Turia, Estibadora del Ponent y Terminal de Contenedores de Vilagarcia).

En su escrito de solicitud de concurso, Contenemar y la tres filiales reconocen un pasivo de 114,25 millones de euros. No obstante, el tupido entramado societario de la familia Seguí, que integra a unas 70 empresas, tiene un pasivo de 293 millones de euros, según las cuentas consolidadad del ejercicio 2008, a las que ha tenido accedo este periódico. Flota embargada Por su parte, el pasado 16 de octubre, el Juzgado de lo Mercantil Nº 1 de Madrid aprobó el concurso de acreedores de Iscomar, la otra naviera de referencia propiedad de Seguí, aunque en este caso se desconoce el pasivo exacto de la misma.

Las otras empresas del grupo, cuyo concurso se solicita acumular a la insolvencia ya aprobada de Contenemar, prestan servicios tanto a esta última como a Iscomar. Por ejemplo, Marítima Tarfaya, Meykel y Uldeberri actúan como arrendatarias de buques para las dos cabeceras del grupo. Al día de hoy, gran parte de la flota de Seguí, que venía operando servicios regulares desde Península con Canarias y Baleares, se encuentra paralizada, embargada y, en algún caso, hasta en proceso de subasta. Por ejemplo, la Autoridad Portuaria de Barcelona, a la que el grupo empresarial de Seguí debe 4 millones de euros, ha sacado a subasta pública el “Teresa del Mar” (1986), que se celebrará el próximo 18 de diciembre.

El precio de salida del “Teresa del Mar”, propiedad de Alba Sloan, una filial de Contenemar, es de 652.537 euros. Sobre este barco pesan dos embargos más, uno del sindicato STMM CGT por salarios impagados y otro de unos proveedores por un crédito marítimo de 169.903 millones de euros. Otros barcos embargados son el portacontenedores “Julia del Mar” (del año 1981) y el ro pax “Mercedes del Mar” (1976). El primero es propiedad de la filial Bestende Española y responde a una deuda de 138.000 euros. El segundo, propiedad de Meykel, responde de un crédito por suministros de 200.852 euros.

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