La Autoridad Portuaria de Pasajes finaliza el proceso de análisis estructural prospectivo con el mandato de actualizar el Plan Estratégico, cuya necesidad quedó de manifiesto en el Consejo de Administración de septiembre de desistir de la tramitación del puerto exterior.
La dársena guipuzcoana asume ahora la tarea de planificar sus espacios para poder dar respuesta a un tráfico potencial de 6 millones de toneladas, de modo que en el período comprendido entre 2015 y 2025 sus instalaciones continúen siendo un factor esencial para la competitividad de la industria. Entre los objetivos fijados destaca la optimización del espacio.