El presidente de la Autoridad Portuaria de Pasajes, Lucio Hernando, sigue su cruzada para reivindicar el puerto exterior, pese a que estima que la dársena terminará el año con un tráfico de cerca de 3,2 millones de toneladas, lo que supone una caída del 18 por ciento, a falta del cierre definitivo del ejercicio. El máximo responsable de la entidad achacó el fuerte descenso a la crisis en general y más en concreto, a la influencia del parón producido en las empresas siderúrgicas del Grupo Gallardo. También el tráfico de importación de chatarra continuó su tendencia descendente. Hernando señaló, en este sentido, que “es el peligro que tiene disponer de pocos tráficos y sin diversificar”.
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