Los transportistas ya habían decidido dar por finalizada la reunión.
La ministra Ana Pastor dejó plantado al Comité Nacional de Transporte por Carretera, que preside Ovidio de la Roza, tras abrir la reunión de trabajo, convocada por ella misma, y se vio forzada a regresar ‘ipso facto’ ante la indignación del sector. Las organizaciones de transportistas ya habían decidido dar por finalizado el encuentro
El Ministerio de Fomento y el Comité Nacional del Transporte por Carretera han arrancado el nuevo curso con mal pie. La ministra Ana Pastor dejó plantado al sector tras abrir la reunión de trabajo que ella misma convocó el 10 de septiembre y se vio forzada a incorporarse de nuevo sólo cinco minutos después ante la indignación de las organizaciones de transportistas, que ya se habían levantado de la mesa para irse. Varios protagonistas de los hechos consultados por este periódico coincidieron a la hora de calificar la marcha atrás de la titular de Fomento como una “reacción inteligente y audaz”, al saber “reconocer a tiempo su error”, lo que permitió “apagar el incendio originado y que las aguas volvieran a su cauce”. Este primer encuentro tras el regreso de las vacaciones, que vivió momentos de gran tensión en sus prolegómenos, era continuación de la reunión celebrada a finales de julio, primera desde su llegada al cargo en diciembre.
La cita ya se empezó a torcerse por la mañana, cuando los miembros del Comité, que estaban preparando la entrevista con Pastor, recibieron la notificación de que la audiencia sólo duraría una escasa hora y media, lo que dejaba poco margen al sector para exponer sus principales reivindicaciones. A las cinco de la tarde, casi con puntualidad británica, la ministra, acompañada por la secretaria general de Transportes, Carmen Librero, el director general de Transporte Terrestre, Joaquín del Moral, y el subdirector general de Normativa, Emilio Sidera, empezó a exponer, “sin ningún papel”, las principales novedades de la nueva LOTT.
Entre ellas, subrayó la puesta en marcha de la ‘acción directa’, que permitirá al transportista reclamar el pago de sus servicios al cargador principal en los casos de la subcontratación en cascada. Tras una alocución acelerada, de poco más de veinte minutos, Pastor manifestó que tenía una reunión de presupuestos y excusó su presencia, dejando al mando de la reunión a la secretaria general de Transportes. Ante el asombro y perplejidad de los transportistas, cuyas “caras eran un poema”, según declararon los mismos interlocutores, el presidente del Comité, Ovidio de la Roza, recordó a Librero, a la que pidió que no se lo tomase como un acto de menosprecio hacia su persona, que se trataba de un encuentro con la ministra para exponerle la problemática sectorial, por lo que decidían dar por cerrada la sesión al no contar con su presencia.
El revuelo alcanzó tal magnitud que, una vez puesta al tanto de la “bronca”, la titular de Fomento se personó ‘ipso facto’ en la sala, acompañada, además, por el secretario de Estado, Rafael Catalá. Pastor, en un claro intento por arreglar el embrollo, insistió en que había sido todo un malentendido, ya que tenía previsto incorporarse al encuentro tras la apertura de la otra reunión a la que había acudido, tirando de “manual de buen político”, según las mismas fuentes. Una vez retomado el hilo de la reunión, Pastor se comprometió a estar el tiempo que hiciese falta, poniendo a disposición del sector, incluso, los sábados y los domingos, debido a lo apretado de su agenda. De hecho, la cita se prolongó más de tres horas, más del doble de lo previsto inicialmente, para dar paso a continuación a los viajeros.
CUATRO GRUPOS DE TRABAJO
Tras tomar buena nota de las principales inquietudes del sector, Ana Pastor cerró la sesión con la propuesta de creación de cuatro grupos de trabajo (Modificación de la LOTT, Fiscalidad, Asuntos Laborales y Unidad de Mercado), en los que pretende limitar la presencia de miembros del Comité, que se reunirán este mes con el objetivo de elaborar un documento conjunto que incluya las reclamaciones y necesidades urgentes del sector. Los más escépticos recordaron la ya célebre frase: “si quieres que algo no funcione, crea una comisión”. Al cierre de esta edición, la primera reunión estaba prevista para el 17 de septiembre, aunque fuentes del sector no supieron precisar si sería un encuentro con el Comité o con los grupos de trabajo y menos aún cómo quedarían conformados los mismos, ya que se oponían a que tuviesen un aforo limitado.
El transporte por carretera vuelve a tropezar en la misma piedra
El 16 de febrero de 2010, el Comité Nacional celebró una reunión de ‘alto nivel’ con el entonces ministro de Fomento, José Blanco, que sirvió para reflejar, una vez más, la heterogeneidad y escasa cohesión del máximo órgano de interlocución del transporte por carretera ante la Administración. Las voces más críticas con el actual funcionamiento del Comité pusieron el acento en el “bajo nivel” de la mayoría de los primeros espadas del sector y lamentaron la “enésima oportunidad perdida para abordar la modernización”. Han pasado ya más de dos años y medio, pero se ha vuelto a repetir la misma historia. Con un aforo limitado a dos personas por organización -y sólo una de portavoz-, los dirigentes volvieron a contar su penas, con “discursos inconexos y, en muchos casos, redundantes, encaminados más a justificar su puesto que a defender los intereses de la carretera”, según fuentes consultadas por este periódico.
Algunos protagonistas de la reunión, incluso, apuntaron que “hay asociaciones que imitan a los políticos, creando ellos mismos el problema y así son imprescindibles para solucionarlo”. “Hay gente que vive de esto”, advirtieron. La única novedad con respecto a reuniones anteriores fue la presión ejercida por las organizaciones de transportistas, con mayoría en el Comité, que trataron de evitar que hubiese voces discrepantes en la entrevista con la titular de Fomento. Una maniobra rechazada por el resto de miembros, con los operadores a la cabeza, sobre todo, indicaron estos últimos, cuando “en el informe relativo a la modificación de la LOTT, el Comité, por primera vez, no permitió fijar posiciones particulares”. No es de extrañar, por tanto, que la cita con la ministra fuese “más de lo mismo”, con posturas encontradas, reflejo de los distintos intereses y sensibilidades del Comité Nacional. Así las cosas, cada uno fue a defender lo suyo.
El presidente de CETM, Marcos Montero, pidió la modificación urgente de la Ley de Contrato de Transporte, eliminando la posibilidad de ‘pacto en contrario’ en la aplicación de la cláusula de revisión del gasóleo e implantando un plazo máximo de pago a 30 días. En la misma línea, con matices, se posicionaron los presidentes de Fenadismer, Julio Villaescusa, y Fetransa, Jorge M. Serrano. Los operadores, por su parte, todo lo contrario. Mostraron su disconformidad a la propuesta de los transportistas encaminada a limitar la subcontratación de la cadena de suministro, así como a la supresión del ‘pacto en contrario’, que “limita lo que es el principio de libertad de mercado y de empresa”. Como ya quedó claro tras la reunión del Comité ante Blanco, “es lo que hay y lo que seguirá habiendo”, ya que el Ministerio no parece dispuesto a cambiar el modelo de interlocución con el sector, según los mismos interlocutores, “porque así ya le va bien”.