La transportista incrementa el ritmo de embarques a través del puerto vasco, con una media de 10 semirremolques semanales.
Patinter España intensifica su apuesta por la autopista del mar de Bilbao. La transportista, que recibió 65.938 euros del Gobierno vasco dentro de las ayudas al fomento del transporte combinado para 2011, ha incrementado desde mayo el ritmo de embarques a través del puerto, con una media de 10 semirremolques a la semana
Patinter España, filial de la empresa portuguesa de transporte de mercancías por carretera Patinter, ha intensificado su apuesta por la autopista del mar de Transfennica entre Bilbao y Zeebrugge (Bélgica). La compañía, una ‘fija’ de la línea entre los puertos de Gijón y Nantes Saint-Nazaire (Francia), que explotan las navieras LD Lines y Flota Suardiaz, ha incrementado desde el pasado mes de mayo el número de plataformas embarcadas a través de la dársena vasca.
En concreto, ha empezado a mover una media de 10 semirremolques semanales, lo que supone un crecimiento significativo con respecto al pasado ejercicio, según adelantaron a este periódico fuentes de Patinter. La filial española de la empresa portuguesa transporta sobre todo carga de neumáticos, piezas y componentes de automoción y mercancía paletizada con destino al norte de Alemania, Bélgica, Holanda y Dinamarca, principalmente.
Entre las ventajas de la autopista del mar, los mismos interlocutores pusieron el acento en la optimización de sus recursos, ya que un transportista puede mover varias plataformas, la que embarca y la que recoge en el puerto, así como en la reducción de emisiones contaminantes, mediante la utilización de un transporte más sostenible. La apuesta de Patinter España por el barco no es nueva.
De hecho, la compañía, con sede en Álava, donde cuenta con un centro de distribución de 75.000 metros cuadrados, lideró las ayudas del Gobierno vasco al fomento del transporte combinado para 2011 tras obtener una cuantía de 65.938 euros, lo que supone más del 60 por ciento del presupuesto total destinado a esta línea de actuación. Además, acumula más de 120.000 euros desde 2008, primer año de la entrada en vigor de esta subvención del Ejecutivo autonómico, similar al ecobono italiano.
Esta ayuda, dirigida expresamente al transportista que decide subirse a un barco en vez de realizar el trayecto por carretera, ha tenido una gran acogida en el sector. Los números no son como para tirar cohetes, pero desde su puesta en marcha, el Gobierno vasco ha concedido cerca de medio millón de euros, que se han repartido un total de diez empresas de transporte por carretera, aunque la mayoría no han tenido continuidad en el tiempo (ver gráficos adjuntos). Es el caso, por ejemplo, de Transportes Argatxa, que duplicó la cuantía de las ayudas en 2011 con respecto a las del ejercicio anterior, con 28.946 euros, gracias a un acuerdo alcanzado con un colaborador en Bélgica para la importación de plomo y patatas y la exportación de hierro y mineral, según señalaron fuentes de la compañía. Sin embargo, no está utilizando este año la autopista del mar de Bilbao.
El ‘ecobono vasco’, una rara avis en España
Con unos presupuestos marcados por la austeridad, es de agradecer que el Gobierno vasco no sólo mantenga por quinto año consecutivo las ayudas al fomento del transporte combinado, sino que casi haya duplicado su cuantía, hasta alcanzar los 200.000 euros para este año. Lástima que siga sin cundir el ejemplo en el resto de España. Y es que, esta ayuda, similar al ‘ecobono italiano’, dirigida a los transportistas que se suben al barco, es una vieja reivindicación del sector de la carretera y naviero, que suspira por extender la ayuda italiana a toda Europa. Hace ya la friolera de cuatro años, Luis Valente de Oliveira, gurú de las autopistas del mar, aseguró que “el ecobono italiano es un ejemplo de buenas prácticas que tendrían que adoptar otros Estadosmiembros”. Especialmente, los que sacan provecho del subsidio italiano, caso de España, porque también alivia la congestión de sus carreteras. Ha llovido mucho desde entonces, pero lamedida sólo ha tomado cuerpo en el País Vasco. No parece una tarea tan complicada, aunque, evidentemente, ahora no es el mejormomento, sobre todo cuando son ya varias las autonomías que han solicitado el rescate. Una vez más, tarde, mal y nunca…