La Asociación de Empresarios del Henares (Aedhe), la Unión Comarcal de Empresarios del Este de Madrid (Unicem) y los sindicatos Comisiones Obreras y UGT, con el apoyo de los 17 municipios de la zona, reclaman “la creación de un nuevo nodo logístico intermodal que conecte el transporte ferroviario, aéreo y por carretera”, que se debería ubicar “entre Alcalá de Henares y Torrejón de Ardoz, junto a la base aérea”.
Esta solicitud forma parte de la petición al Gobierno regional para que se promueva la declaración del Corredor del Henares como Zona Preferente de Reactivación Económica ante la Unión Europea. Todos los partidos políticos de la Asamblea de Madrid han mostrado públicamente su apoyo a la propuesta, que destaca el papel del sector logístico como uno de los que más oportunidades presenta y que cuenta con un mayor potencial de desarrollo. En un documento sobre las recomendaciones para la reactivación económica de la zona, elaborado por una mesa técnica bajo la supervisión de patronales y sindicatos, se destaca que el Corredor del Henares “ya presenta un el elevado grado de especialización en este campo, gracias a la cantidad y calidad de las infraestructuras de comunicación disponibles.
Dichas infraestructuras, junto al desarrollo que sigue presentando el sector y su creciente nivel de innovación y renovación tecnológica representan una oportunidad de crecimiento económico”. En el documento se incide en el potencial de espacios de implantación de actividades logísticas disponibles en localidades como Coslada, San Fernando o Meco y se apunta a la situación geográfica estratégica de cara a los corredores ferroviarios mediterráneo y central.
El informe señala que en el Corredor del Henares, que cuenta actualmente con medio millón de habitantes, se concentran más de 20.000 empresas, de las que un 8 por ciento corresponden a las actividades de logística y transporte. Precisamente, desde la patronal Aedhe se ha venido denunciando que algunos grandes proyectos vinculados al sector logístico han pasado de largo como consecuencia del exceso de “burocracia y normativa”, lo que acaba “ahuyentando a los potenciales inversores”.