Un transportista perteneciente a la asociación Astac Condal ha sufrido un peculiar robo: la cabina de su camión pequeño de reparto, de 3.500 PMA y que no estaba cargado, para lo que fue necesario transportarla con una grúa. El camión, ya con años de antigüedad, se encontraba aparcado en un polígono industrial de Cerdanyola (Barcelona). “Cortaron la cabina de la caja”, aseguró el transportista, que todavía no ha salido de su asombro.
“Se llevaron la cabina con las dos ruedas delanteras, los asientos, el motor, las puertas de atrás y un panel lateral de la caja”. El otro panel lateral que estaba un poco deteriorado por un golpe, lo dejaron. Prácticamente, “ha quedado el esqueleto de la caja. Han dejado lo que no se podía aprovechar”. La única forma de mover la cabina, ya que era imposible que circulara con dos ruedas, fue utilizando “una grúa para colocarla en otro vehículo”.
No solo se sorprendió el transportista al ver lo que quedaba de su vehículo, también se asombraron los mossos d’esquadra (la policía autonómica) cuando denunció el robo. La policía no transmitió al transportista ninguna hipótesis sobre la peculiar sustracción.
Las conjeturas de por qué robar medio camión con la complejidad logística que supone su traslado en lugar de llevarse el vehículo entero son tantas como la imaginación da de sí. El asombrado transportista cree que su parte de camión está en otro vehículo similar que tuvo algún percance.
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