La Asociación de Accionistas Suecos (AAS), formada por pequeños inversores con intereses en compañías que cotizan en la bolsa de Estocolmo, solicita a Scania que permita una auditoría independiente para evaluar la cooperación entre esta compañía y su mayor accionista, el grupo VW, para tener la certeza de que los intereses de los pequeños accionistas de Scania no se vieron perjudicados.
La patronal señala que éstos perdieron unos 15.000 millones de coronas suecas (alrededor de 1.717 millones de euros) cuando VW y su filial MAN tomaron el control de Scania eludiendo hacer una OPA.