Avanzar en la mejora del trato a los conductores y de las condiciones del transporte es la senda que hemos tomado
Necesito reencontrarme con uno de mis eternos personajes favoritos, Astérix. Sus lecciones siempre me inspiran, por su camaradería, por su sentido común que, mezclado con el sentido de la aventura, dan ganas de salir de la zona de confort, por su amable dignidad que nadie pisotea, por su determinación, y por su mirada atenta para leer el campo como nadie, hecho que le aporta una astucia especialmente distintiva.
En una de sus aventuras aparece Perfectus Detritus. Un personaje que consigue anular todas las capacidades del héroe y lo involucra en un embrollo de mentiras y calumnias terribles. La causa de toda esta venenosa maraña reside directamente en la cizaña, título del libro, que el villano ha sembrado como una semilla tóxica y que ha enfrentado a toda su comunidad.
Ahora, aún con problemas y disrupciones en la cadena de suministro causados por el paro de transportes convocado, el vínculo de una misma mirada común de rechazo al paro que conecta cargadores, transportistas y agentes logísticos es la más compacta y colectiva alianza de análisis que hemos visto en los últimos tiempos. Ésta desactiva de forma frontal cualquier distorsión de la realidad o falsedad que se pueda plantar en terreno logístico, y nos remite al Astérix heroico cuando termina con la discordia reinante: Anular los venenosos rumores con firme actitud de confianza y ratificar las positivas normas existentes que unen a la comunidad como prueba indiscutible de rechazo ante cualquier ataque. Avanzar en la mejora del trato a los conductores y de las condiciones del transporte es la senda que hemos tomado -especialmente los cargadores con manifiesto IRU-Charter y la Certificación del Cargador Responsable (CCR)-, y ni Perfectus Detritus, ni ninguna tóxica discusión nos desviarán de este claro camino ya iniciado.
Jordi Espín
jespin@transprime.es