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Pery, impulsor del liderazgo sectorial de ACS, deja una sólida herencia a Polanco

Juan Carlos Pery ha depositado una sólida herencia en manos de Javier Polanco Gómez Lavín, ingeniero naval y uno de los hombres de confianza de Florentino Pérez, que inició su andadura en ACS en 1988. Presidente de Urbaser, empresa de servicios medioambientales del grupo, es un experto en gestión de residuos liderando una compañía formada por 30.000 trabajadores y con un negocio superior a mil millones de euros. Tras su nombramiento como presidente de Dragados-SPL, Polanco recibe las riendas logísticas y portuarias de un grupo que ha logrado una evolución meteórica en sólo ocho años.

Un grupo diseñado por Pery. Ingeniero de Caminos, Canales y Puertos, nacido en Cádiz en 1946. Accedió al timón de Dragados- SPL en 2000, estructurando el grupo tras las compras de Marítima Valenciana, en 1999, y de Marítima del Mediterráneo, en 2000, y al que se fueron añadiendo otras empresas con el paso de los años, consiguiendo que ACS sea la única constructora que ha logrado triunfar en el sector logístico y portuario español.

Hoy ACS lidera el negocio de la estiba en España, con unos ingresos de 322 millones y el negocio de la consignación de buques, con ventas de 190 millones. Sus otras dos grandes apuestas, son la logística terrestre y ferroviaria, con una facturación de 117 millones y el negocio transitario, donde realiza ventas por 85 millones de euros. ACS es el tercer grupo más influyente del transporte de España. En facturación, que no en poderío económico, por delante sólo están Correos y DHL.

A ACS sólo le ha faltado ser naviero, un negocio en el que nunca quiso entrar y que está dominado por los megacarriers mundiales. Pero, gracias a la eficaz labor de Pery, el grupo tiene asegurado el futuro de sus principales terminales, tras fidelizar a Maersk en Málaga y a MSC en Valencia. Y no sólo en el contenedor, el grupo se anticipó a otros al apostar por la logística del automóvil tras la compra de Sintax, por el complicado mundo del granel con la puesta de largo de la “catedral” de Santander y la modernización de su terminal de Valencia, y supo agilizar la estructura de Marítima del Mediterráneo, haciéndola a la vez más fuerte y competitiva gracias a su know-how.

Por último, aumentó su posición exterior, hoy es el décimo terminalista mundial, con nuevas terminales en Latinoamérica, China, India y Estados Unidos. En fin, Pery deja un rentable patrimonio, que en el primer trimestre de 2008 tuvo una facturación de 184,4 millones de euros, mejorando las ventas en un 18 por ciento.

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