La petrolera, que reitera su apuesta por la dársena tras abrir una nueva planta, cerrará el año con un desvío de más de 3 millones de toneladas sobre las previsiones iniciales.
Petronor, principal cliente del puerto de Bilbao, le está haciendo un roto a la estadística del enclave. La petrolera, que reitera su apuesta por la dársena tras abrir una nueva planta, cerrará el año con un desvío de más de 3 millones de toneladas sobre las previsiones iniciales, que la compañía achaca a la caída de la demanda en la actual coyuntura
Petronor, del grupo Repsol, le está haciendo un roto a la estadística del puerto de Bilbao. La desviación de más de 3 millones de toneladas sobre las previsiones iniciales de la petrolera está pasando una gruesa factura al tráfico, que cayó un 13 por ciento hasta octubre, frente al crecimiento medio del 6 por ciento del sistema portuario español. Un descenso que la dársena no conseguirá amortiguar pese al crecimiento registrado en otras mercancías significativas, como el tráfico de contenedores o los graneles sólidos, que aumentaron un 8,3 y un 4,8 por ciento, respectivamente, en los diez primeros meses del año.
Hay que tener en cuenta que el tráfico de la refinería representaba el 42 por ciento del movimiento del puerto en 2011, lo que da una idea del peso que tiene Petronor en el tráfico total del puerto, mientras que en los diez primeros meses de 2012 este porcentaje ha bajado hasta el 35 por ciento. Según señalaron a TRANSPORTE XXI fuentes de toda solvencia, la petrolera que preside Josu Jon Imaz esperaba mover 13,9 millones de toneladas este año.
Una previsión que mantuvo en junio, para modificar a la baja sólo tres meses después. De hecho, de mantenerse la evolución de este año, el tráfico se situará en 10,8 millones, lo que supondría una caída del 20 por ciento con respecto a 2011, en el que ya tuvo que hacer frente a una penalización por no alcanzar en alguno de sus atraques los tráficos mínimos previstos en la concesión, según apuntaron a este periódico fuentes cercanas al entorno de la Autoridad Portuaria de Bilbao. Los mismos interlocutores sostienen, en este sentido, que “la petrolera no ha refinado lo que tenía previsto, importando gasóleo, que en principio no entraba en sus planes”, y temen que esté desviando tráficos a otros puertos en detrimento de Bilbao.
Sobre todo al puerto de Cartagena, que ha registrado un espectacular crecimiento del 45 por ciento en el tráfico de graneles líquidos hasta octubre, tras la puesta en marcha de la ampliación de la refinería de Repsol en el último trimestre del pasado año. La instalación, con una inversión de 3.150 millones, duplica la capacidad de producción, hasta alcanzar los 11 millones de toneladas anuales. De hecho, el grupo espera mover este año 22 millones de toneladas en Cartagena entre la entrada de crudo (19 millones de toneladas) y la salida de producto refinado (3 millones de toneladas).
TEMA COYUNTURAL
No obstante, la petrolera ha querido dejar claro, frente a las dudas del organismo portuario, que la caída del tráfico en Bilbao es un “tema coyuntural”, explicó a este periódico un portavoz oficial de Repsol. No hay que olvidar, que Petronor se vio obligada este año a adoptar una medida hasta la fecha inédita como fue la parada de la unidad FCC (orientada a la fabricación de gasolinas), además de la Refinería 2, ante la fuerte caída de la demanda. Además, el mismo interlocutor hizo hincapié en que la petrolera mantiene la apuesta por Bilbao, como lo demuestra la reciente inversión de 850 millones en la puesta en marcha de la nueva planta URF (Unidad de Reducción de Fuel), que, a su vez, también ha influido negativamente en el tráfico del puerto vasco, al descender la producción de fuel. La misma fuente recordó, en este sentido, que la nueva planta de Petronor, que es un “proyecto clave en el plan estratégico del grupo”, al igual que la ampliación de la refinería de Repsol en Cartagena, ha dado lugar a la construcción de una terminal de almacenamiento de coque y azufre en la zona de expansión del puerto de Bilbao.
La instalación, que ocupa una parcela de 30.000 metros cuadrados, absorbió una inversión próxima a los 20 millones. El tráfico previsto con la entrada en funcionamiento de la planta URF se sitúa en el entorno de las 700.000 toneladas anuales. El desarrollo de la citada infraestructura, que entró en funcionamiento recientemente, corrió a cargo de la compañía Graneles Sólidos del Norte, participada por los grupos Toro y Betolaza e Ibaizabal, que también se hizo con la prestación integral de los servicios de operación y mantenimiento de la gestión logística. El grupo Repsol opera cinco refinerías en España -Cartagena, La Coruña, Bilbao, Puertollano y Tarragona-, que procesaron 31,5 millones de toneladas de crudo en 2011, lo que supuso un descenso del 2,8 por ciento, que la compañía achaca a la disminución de la demanda de productos petrolíferos en el marco de la actual coyuntura económica, especialmente en Europa.
El grupo Repsol, principal cliente del puerto de Bilbao
La terminal marítima de Petronor registró unmovimiento de 13,5 millones de toneladas de crudo de petróleo, productos derivados y otrasmaterias en el año 2011, lo que supuso un ligero aumento del 1,05 por ciento con respecto al ejercicio anterior. Esta actividad supuso el 42,8 por ciento del movimiento total de entradas y salidas del puerto de Bilbao, lo que le convierte en su principal cliente. El producto destinado a la exportación representó un 80,7 por ciento del total de salidas por la terminal. El número de buques que utilizaron los cinco atraques de las instalaciones de Petronor fue de 376, con una caída del 0,8 por ciento. Las salidas por oleoducto alcanzaron los 4,4millones de toneladas, cantidad inferior en un 4,8 por ciento,mientras que los productos transportados por carretera disminuyeron un 13,6 por ciento, con 525.742 toneladas. En concreto, el 30 por ciento se destinó a la exportación y el 70 por ciento al mercado nacional.