Ponemos el dinero, pero nadie lo quiere ¿Por qué?
Cual jugador avezado de mus, envidado y querido. Acababa la anterior con: “¿Y si hiciésemos un experimento piloto? ¿Quién se apunta?”
¿Cómo podría ser este piloto?
Por pasos. Uno, elegir coordinador, propongo la AET. Dos, los aliados, asociaciones patronales, Astic y Apetamcor. Tres, los actores en el capítulo de formación, Academia del Transportista y Pons Seguridad Vial. Cuatro, el factor humano. Cinco, los tecnólogos, tenemos dónde elegir. Seis, lo más importante, el público objetivo ideal, por ejemplo, conductores autónomos de camión-tráiler, o pequeñas empresas de transporte.
Lo siguiente será concretar las actuaciones, asesoramiento, formación, implantación y soporte de por ejemplo tacógrafo digital de última generación, CMR electrónico, sistema telemático de sensorización y comunicación, etc.
Por último y lo más importante, financiación, eso ya lo tenemos, podría ser el plan del Ministerio de Transportes de ayudas a la digitalización.
Últimamente abundan los titulares que resaltan la escasa demanda de las ayudas de este plan. Según este mismo ha comunicado, a febrero pasado solo se había repartido un 15 por ciento de todas las ayudas públicas existentes para la digitalización de empresas de transporte. Podríamos resumirlo como un caso de fracaso. Ponemos el dinero, pero nadie lo quiere. ¿Por qué?
Hace tiempo, casi cuatro años ya, cuando se estaba gestando este plan de ayudas, surgió un grupo de voluntarios y voluntariosos bajo el nombre de “somos digitales” que incluía cargadores, transportistas, transitarios, logísticos y tecnólogos que hizo el trabajo y esfuerzo de proponer al Ministerio cómo y cuánto se podría y debería gastar para digitalizar el sector o al menos para dar los primeros pasos. Muy centrado el tiro en el eCMR.
Claro que igual ya llegamos tarde, salvo que este nuestro Ministerio amplíe el plazo, el próximo 30 de junio, se acabó.
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Juanma Martínez
jmmartinezmourin@gmail.com