La estibadora recibe su segunda grúa Gottwald con una cuchara de 45 toneladas para trabajar en buques de 35 metros de manga.
La nueva terminal de graneles sólidos del puerto de Castellón de la empresa Portsur arrancará sus operaciones en la dársena sur con dos grúas móviles Gottwald que permitirán a la estibadora el movimiento de 2.000 toneladas a la hora de graneles. Este movimiento supondrá que la operativa de un buque de tamaño panamax, con 80.000 toneladas de capacidad, se pueda atender en un periodo de 48 horas, según han señalado a este periódico fuentes de la compañía.
La estibadora recibió el pasado 3 de marzo las piezas de su segunda grúa móvil que ha sido fabricada por Gottwald en su planta alemana de Dusseldorf, una unidad gemela a la que Portsur ya tiene en sus instalaciones. La cabria, que tiene un peso de 440 toneladas, cuenta con una capacidad de carga general de cien toneladas y una capacidad de carga de granles de 45 toneladas para operar en buques de hasta 35 metros de manga.
La cabina del operador está situada a 26 metros de suelo y la pluma tiene un tamaño de 51 metros. La máquina funciona con energía eléctrica con una potencia de 1.200 kilowatios, permitiendo 35 ciclos a la hora, una capacidad de producción de mil toneladas a la hora y una capacidad de giro de 360 grados. Tras la llegada de la nueva maquinaria, la terminal prevé recibir una tercera grúa, idéntica a las dos con que ya cuenta, el próximo mes de julio. Asimismo, Portsur tiene prevista la adquisición de ocho palas cargadoras, un sistema de transporte a través de cintas transportadoras y dos tolvas ecológicas.
Portsur ha sido concebida con el objetivo de que el puerto de Castellón pueda recibir buques de tamaño panamax en sus instalaciones, con cargamentos de 80.000 toneladas de materias primas con destino a la industria azulejera de la provincia. La terminal, que está absorbiendo una inversión de 46 millones de euros, tiene previsto mover entre 800.000 y 1.500.000 toneladas en su primer año de funcionamiento.
Su capacidad máxima de tráfico en sus actuales 77.000 metros cuadrados está situada en cuatro millones de toneladas, que en su momento se podrán ampliar hasta tener un total de 135.000 metros cuadrados. La terminal dispone de un atraque de 500 metros lineales y un calado de 16 metros, lo que permite la llegada de grandes bulkcarriers a Castellón, que hasta la puesta en marcha de Portsur no se podían operar por la falta de calado.