El COVID19 ha sido probablemente el fenómeno de mayor impacto a escala mundial desde hace mucho tiempo
Hay que retroceder a la Segunda Guerra Mundial para encontrar un caos mundial de semejantes dimensiones. La historia demuestra que estas circunstancias extraordinarias han servido para cambiar la organización de la sociedad, generalmente para bien. ¿Qué escenarios y cambios sociales va a generar el COVID19? La historia nos invita a ser optimistas. Las grandes epidemias que han asediado la humanidad, a pesar de tener un impacto muy grande, han acabado remitiendo con el tiempo, permitiendo la vuelta a la normalidad. Los avances científicos para combatir el virus, junto a la progresiva inmunización de la población, irá minimizando la crisis hasta hacerla desaparecer en su totalidad.
No obstante, todavía queda un largo camino. Y, aunque el virus desaparezca, la sociedad habrá adquirido una serie de hábitos que pueden marcar un futuro muy distinto. Un primer impacto será la mayor sensibilidad de las personas ante los aspectos de salud pública. Esto puede afectar principalmente al transporte de viajeros. Probablemente, seremos más reacios a viajar demasiado juntos, así como a compartir transportes que no ofrezcan garantías. Esto puede redundar en una vuelta a los medios personales, que obligue a reinventar el transporte público y las nuevas formas de movilidad colaborativa. Por otra parte, los medios telemáticos de trabajo y reunión de los que hemos hecho que hemos usado estos días han demostrado que muchos de los viajes de trabajo que hacíamos hasta son innecesarios. ¿Qué sentido tiene desplazarse dos horas de ida más dos de vuelta para tener una reunión breve que se puede resolver por teleconferencia?
En cuanto a las mercancías, se divisan también importantes cambios. Por una parte, es probable que, al menos por un tiempo, el comercio internacional disminuya por el proteccionismo y la desconfianza, y con él se reduzca también el tráfico en largas distancias. Por otra parte, los días de confinamiento han servido para que muchas personas se hayan familiarizado con las ventajas del ecommerce, por lo que es previsible que experimente un crecimiento relevante en la etapa pos-COVID19. Las empresas tienen que estar preparadas para adaptarse a un nuevo mercado que, aunque distinto, estará lleno de oportunidades.