Marruecos financiará en solitario la ampliación de la dársena.
El Reino de Marruecos financiará en solitario la ampliación del puerto de Tánger Mediterráneo después de que los concesionarios de las nuevas terminales de contenedores, la danesa Maersk y la singapurense PSA, hayan dado marcha atrás a raíz de la crisis económica que está afectando sobremanera en el tráfico internacional, con caídas del 50 por ciento en algunas rutas en 2009. A pesar de este varapalo, el pasado 17 de junio, el monarca marroquí Mohamed VI escenificó su apuesta por Tánger Med, encabezando la ceremonia de la puesta de la primera piedra de la ampliación, acto del que, por cierto, no existe ningún testimonio gráfico. Más allá de esta representación, lo cierto es que la crisis también ha llegado a la dársena marroquí.
En principio, la ampliación se iba a construir de un tirón. Ahora, sin el apoyo de los privados, se realizará en dos fases. Y en la primera etapa se construirá la terminal de contenedores más pequeña de las dos que estaban proyectas, la que había sido adjudicada al gigante PSA, con capacidad para 2,2 millones de TEUs y un muelle de 1,2 kilómetros de longitud. Según el “Lloyds List”, la construcción de las nuevas terminales, aunque para la segunda aún no hay fecha, correrá a cargo del Gobierno de Marruecos a través de la Agencia Especial Tánger Med (AETM).
Y la explotación de las mismas, añade, ha caído, tras la espantada de Maersk y PSA, en manos del operador portuario público Marsa Maroc. El rechazo de la danesa a explotar la segunda terminal adjudicada en Tánger Med era ya público. A principios de año, Maersk ya comunicó al Gobierno marroquí que aplazaba la inversión como consecuencia de la crisis. Pero se desconocía qué paso iba a dar PSA. Sin embargo, con el traspaso de su concesión a la pública Marsa Maroc, la de Singapore parece seguir la estela de la danesa y posponer la inversión en Tánger Med para cuando soplen mejores vientos en el tráfico internacional.
No obstante, PSA mantiene su silencio y, cuando se le pregunta por su estrategia en Tánger, responde “sin comentarios”, según el “Lloyds List”. Lo cierto es que AETM reconoce que la segunda terminal de la ampliación, la que ha rechazado Maersk, sólo será construida si existe demanda por parte de los operadores internacionales. Escasa actividad Como se recordará, en la primera fase del puerto marroquí hay dos terminales de contenedores, una de Maersk, que viene operando desde 2007, y la segunda adjudicada a un consorcio en el que participan Eurogate, CMA CGM y MSC, que comenzó a trabajar hace escasos meses, con capacidad ambas para casi tres millones de euros. Aunque no existen estadísticas oficiales de cómo está afectando la crisis a estas dos terminales, la fotografía que corona estas líneas, sacada el pasado 11 de junio, muestra que la actividad es muy escasa.