La Autoridad Portuaria tiene músculo financiero para una inversión de 332,5 millones que incluye la primera fase del muelle Catalunya, que concentrará la actividad de contenedores, y tres nuevos atraques.
La Autoridad Portuaria de Barcelona comenzará a acometer un nuevo ciclo inversor por un montante global de 332,5 millones de euros en diversas obras, de los que más de 80 millones ejecutará a lo largo de 2025. La partida más importante, 124 millones, es la destinada a la construcción de tres nuevos atraques en el muelle de la Energía, que los responsables portuarios prevén sacar a concurso este mismo año.
La nueva infraestructura permitirá ganar capacidad para los graneles líquidos, pudiendo atracar los buques más grandes, además de especializar los muelles, que actualmente son multiproducto. Los tres nuevos atraques concentrarán los tráficos de combustibles fósiles y también estarán preparados para acoger los futuros nuevos combustibles, mientras los siete muelles actuales, que serán remodelados, se dedicarán a productos químicos y graneles alimentarios.
El consejo de administración aprobará próximamente la primera fase del muelle Catalunya por un montante de 94 millones de euros. La nueva infraestructura concentrará la actividad de contenedores en la dársena con una nueva terminal dedicada a estos tráficos en la zona donde ya opera BEST. Y ello supondrá destinar para otros usos portuarios la concesión actualmente ocupada por APM Terminals Barcelona en el muelle Sur, ubicado más cercano al centro de la ciudad.
Una actuación más avanzada es la de muelle Adosado. La Autoridad Portuaria sacó a concurso a finales del año pasado, por 60 millones de euros, la cuarta fase de este muelle, donde irá una nueva terminal ro-pax. Otras actuaciones previstas, que saldrán a licitación en 2025, son la primera fase del acceso a la nueva terminal intermodal Nou Llobregat, presupuestada en 18 millones de euros, la continuación del plan de electrificación de muelles (Nexigen), por un montante de 30,5 millones, y la construcción de la terminal G de cruceros en el muelle Adosado, por seis millones.
La dársena catalana puede afrontar con tranquilidad las nuevas inversiones. “Los resultados económicos logrados en 2024 suponen un importante refuerzo de nuestro músculo financiero y nos permiten encarar en muy buena forma el nuevo ciclo inversor que ahora comenzamos”, señaló José Alberto Carbonell, presidente del Puerto de Barcelona, durante la presentación del balance de 2024.
Y es que la Autoridad Portuaria cerró el pasado ejercicio con un nuevo récord en cifra de negocio, 200 millones de euros, el 6 por ciento más que en 2023. El resultado de explotación alcanzó los 50 millones de euros (+14 por ciento), el resultado financiero ascendió a 19 millones de euros (+29 por ciento) y el resultado después de impuestos sumó 63 millones (+26 por ciento). El cash flow ha ascendido a 115 millones, el 14 por ciento más, “lo que demuestra la robustez del puerto”, aseguró Miriam Alaminos, subdirectora general y responsable de Económico-Financiero. El endeudamiento bancario con el BEI quedó en los 106 millones de euros (-14,5 por ciento) en 2024 “por amortización ordinaria”. Teniendo en cuenta este endeudamiento y que la tesorería alcanza los 335 millones (+3 por ciento), “estamos en inmejorable posición para abordar el nuevo ciclo inversor”, hizo hincapié Miriam Alaminos.
La dársena catalana cerró el pasado ejercicio con un total de 69,71 millones de toneladas de mercancías movidas y un crecimiento del 8,9 por ciento respecto a 2023. “Nos acercamos al récord de 71 millones de toneladas de 2022”, señaló Àlex Garcia, director general. Esta evolución positiva se debió sobre todo al comportamiento de los contenedores que, a su vez, resultaron beneficiados por el desvío de buques por el cabo de Buena Esperanza por el conflicto en el mar Rojo.
Barcelona canalizó 3,89 millones de TEU, el 18,5 por ciento más. Los responsables portuarios pusieron en valor la fortaleza del tráfico local: las importaciones crecieron el 11 por ciento, hasta los 623.574 TEU (contenedores llenos), mientras que las exportaciones avanzaron el 5,8 por ciento, con 661.935 TEU. Como consecuencia del desvío de rutas, el transbordo se disparó el 29,1 por ciento, hasta sumar 1,35 millones de TEU. Los graneles sólidos cerraron el ejercicio con 4,80 millones de toneladas y un crecimiento plano (+0,1 por ciento). Los graneles líquidos, el segundo tráfico de la dársena, sumaron 13,69 millones de toneladas y un avance del 6,3 por ciento.
Rompió la tendencia al alza el tráfico de vehículos nuevos que saldó el ejercicio con 682.000 unidades y un retroceso del 13,7 por ciento. Y ello debido a la bajada de las importaciones (-28 por ciento) por la menor demanda de vehículos eléctricos en el mercado europeo y por los aranceles europeos a los vehículos fabricados en China.
El puerto de Barcelona, tercero del sistema portuario español por volumen de tráficos, sigue siendo el primero por valor de las mercancías, 70.500 millones de euros en 2024. Es también el primero a nivel económico y, por lo tanto, es el principal contribuyente al sistema portuario con 13,2 millones de euros.