El organismo presidido por Mercè Conesa “activará al máximo” el plan inversor, que contempla 71 millones de gasto en obra pública en 2020, para ayudar a agilizar la recuperación.
La Autoridad Portuaria de Barcelona mantendrá el plan de inversiones previsto para 2020, evaluado en 71 millones de euros de gasto en obra pública y otro millón de euros en digitalización y ciberseguridad.
Mantiene el esfuerzo inversor a pesar de que reducirá los ingresos por el descenso de tráficos y por el plan de choque de medidas económicas, evaluado en 56 millones de euros, que ha puesto en marcha para mitigar el impacto económico de la pandemia en la comunidad portuaria y clientes finales.
El puerto de Barcelona “tiene que ser uno de los actores principales en la agilización de la recuperación, ejerciendo de palanca para la reanudación de la actividad empresarial en los próximos meses”. Y por ello, “activaremos el máximo de inversiones para acelerar la recuperación, priorizándolas y teniendo en cuenta los criterios de eficiencia y de rendimiento social, ambiental y económico”, señaló ayer Mercè Conesa, presidenta de la Autoridad Portuaria, a través de un comunicado.
Los puertos “no tenemos que repartir dividendos y el estado financiero del puerto de Barcelona, a consecuencia del buen trabajo que se ha hecho hasta ahora, es muy bueno. Esto nos permitirá poner en marcha el máximo de inversiones”, añade la responsable portuaria.
La Autoridad Portuaria está elaborando un plan de recuperación, del que forma parte el mantenimiento del gasto público, que será consensuado con la comunidad portuaria. Este plan girará en relación a tres ejes: reforzar el hinterland y la exportación, reforzar los lazos con Asia y desarrollar una estrategia de nuevo suelo logístico. “Nos equivocamos al considerar el riesgo de pandemia como muy bajo, pero no erramos en la estrategia de que el puerto de Barcelona tiene que seguir siendo un motor económico y palanca de crecimiento”.