La incertidumbre sobre Arcelor, principal cliente, y la crisis, escollos de la privatización.
La terminal granelera Ebhi, que controla el puerto de Gijón, sigue sin encontrar comprador. La incertidumbre sobre el futuro de la planta asturiana de ArcelorMittal, principal cliente, y la crisis, escollos de la privatización. Una operación ‘forzada’ que, además, permitiría a la dársena hacer caja para financiar parte del sobrecoste de la ampliación
El puerto de Gijón, socio mayoritario de la terminal de graneles sólidos Ebhi con el 68,8 por ciento de las acciones, sigue sin encontrar ‘novio formal’ para acometer la privatización ‘forzada’ de la sociedad, tal y como obliga la legislación portuaria. Ni siquiera hay un cuaderno de venta, según confirmaron a este periódico fuentes cercanas a Puertos del Estado. Una operación que, además, permitiría hacer caja para financiar parte del sobrecoste de las obras de ampliación de la dársena, que llevó al organismo portuario, que ahora preside Rosa Aza, a solicitar un crédito de 215 millones, concedido por Fomento a través del ICO.
De hecho, el enclave gijonés se sitúa en el furgón de cola del sistema portuario español con un déficit de 6 millones, según datos avanzados por Puertos del Estado. La situación no es nueva. Ya en 2010, la Autoridad Portuaria, presidida entonces por Emilio Menéndez, encargó a una consultora la venta de la semipública, que comenzó pidiendo 150 millones a varios operadores interesados en la operación.
El precio fue bajando hasta los 50 millones, pero ni siquiera así se logró concretar alguna oferta. Fuentes del sector consultadas por este periódico insisten en que la privatización de Ebhi “es una operación muy compleja”, y no sólo por el actual escenario de caída de tráficos, que tiene un fuerte impacto en la política de inversiones de los grandes grupos del sector marítimo y portuario, a la espera de un mejor momento económico.
En primer lugar, los mismos interlocutores se mostraron críticos con la hoja de ruta de la Autoridad Portuaria, que espera completar la enajenación de Ebhi en tres años, según avanzó hace meses a los socios privados: ArcelorMittal (11,2 por ciento), Oligsa (10 por ciento), HC Energía (5 por ciento) y Corporación Masaveu (5 por ciento). Como ya adelantó este periódico, el puerto de Gijón sacará a la venta este año un pequeño paquete accionarial, que le permitirá seguir teniendo el control de la terminal, y el resto en dos plazos. Uno en 2014, en el que perdería la mayoría, y otro en 2015.
Sin embargo, los mismos medios no ven atractivo entrar en al accionario de Ebhi sin tener el control desde el primer momento, lo que retrae el interés por hacerse con la terminal. Además, la privatización de Ebhi, que ha perdido la friolera de casi cinco millones de toneladas en los últimos siete años, tiene una complejidad añadida a la derivada de la crisis, que es el necesario entendimiento del futuro propietario con Ar-celorMittal, ya que el 80 por ciento de los tráficos de la terminal corresponden a la siderúrgica.
FUTURO INCIERTO DE ARCELOR
En este momento, el acuerdo alcanzado entre la dirección de la multinacional del acero y los sindicatos para sus plantas en España, que pacta paz social por producción y rebaja salarial, y que, como contrapartida, ha llevado al grupo a reabrir el segundo horno alto de la fábrica de Gijón, coloca a la planta siderúrgica asturiana en una buena posición. No obstante, expertos del sector coinciden al señalar que el futuro de la factoría asturiana sigue siendo incierto y alertan del “riesgo” de deslocalización de Arcelor- Mittal.
Y es que el traslado de la producción como consecuencia de la crisis es “una posibilidad que sigue planeando en el aire”, añaden los mismos medios, que creen que “es un hándicap muy importante a la hora de cerrar la venta de Ebhi”. A todo ello hay que añadir que la semipública Ebhi tomará el control de la concursada Oligsa, con una deuda superior a los 10 millones. En teoría, fuentes del sector creen que la integración mejora el atractivo de Ebhi de cara a su venta, ya que se eliminan incertidumbres, pero no hay que olvidar que sumará una deuda de siete millones -tras la quita correspondiente- y se hará cargo de la plantilla y la concesión de su parque de carbones.
Si bien es cierto, que las mismas fuentes afirman que las sinergias generadas con la operación permitirán a la terminal Ebhi unos ahorros nada desdeñables de unos dos millones anuales. Con todo, los más críticos insisten en que la venta de Ebhi supondrá en la práctica la privatización del puerto de Gijón, ya que la semipública mueve casi el 80 por ciento del tráfico total de la dársena. “Se la llevará -añaden- el mejor postor y, en el actual contexto económico, está por ver si a precio de saldo”.
Los acreedores apoyan el convenio de Oligsa
La concursada Oligsa, con una deuda superior a los 10millones, ha logrado sacar adelante el convenio con el respaldo de más del 90 por ciento de los acreedores, según confirmaron a este periódico fuentes de Ebhi, que detenta el 26 por ciento de las acciones del operador. El último trámite que resta ya para levantar el concurso es la sentencia del juez, que podría ratificar la aprobación del convenio en los próximos días.
Como ya adelantó este periódico, el acuerdo implica que la semipública asumirá una deuda sietemillones –tras la quita correspondiente- y se hará cargo de la plantilla y la concesión de su parque de carbones, así como la cinta transportadora y la maquinaria que explota la concursada. La integración de los activos de Oligsa en Ebhi ya había sido aprobada por los consejos de administración de ambas empresas y autorizada posteriormente por el puerto de Gijón, accionista mayoritario de Ebhi, con el beneplácito de Puertos del Estado.