El Plan de Empresa de la dársena contempla retornar a los 3 millones de toneladas en 2014.
La Autoridad Portuaria de Pasajes apuesta por hacerse un hueco en el negocio del contenedor para impulsar la recuperación de sus tráficos. El Plan de Empresa de la dársena, que incluye el establecimiento de nuevas líneas, así como la potenciación de las ya existentes, contempla retornar a los 3 millones de toneladas el próximo año
El Plan de Empresa del puerto de Pasajes contempla retornar el próximo año a los 3 millones de toneladas, según avanza la Autoridad Portuaria a través de un comunicado. El establecimiento de nuevas rutas regulares, donde el mayor protagonismo corresponde a los contenedores, es una de las principales líneas estratégicas de la dársena para la recuperación de los tráficos. Como ya adelantó este periódico, el organismo portuario, que preside Ricardo Peña, sigue dando pasos para la puesta en marcha de una terminal de contenedores, aprovechado la oportunidad que supone la liberación de los terrenos de la térmica de Iberdrola.
La nueva infraestructura, que el presidente de la dársena calcula que podría estar operativa en 2015, dispondrá de entre 30.000 y 40.000 metros cuadrados de superficie. El tráfico inicialmente previsto se sitúa entre 50.000 y 60.000 TEUs anuales. El Plan de Empresa también contempla la recuperación de los sectores tradicionales -productos siderúrgicos y automoción-, así como la potenciación de las actuales líneas regulares de mercancía rodada y convencional.
De momento, los resultados de agosto, que han permitido frenar la tendencia negativa de tráfico, son coherentes con las previsiones realizadas por el puerto de Pasajes para el año 2013, que espera cerrar con un movimiento cercano a los 2,7 millones de toneladas frente a los 3 millones de 2012. En concreto, las estadísticas de agosto reflejan un crecimiento del 10,7 por ciento con respecto al mismo mes del pasado ejercicio.
Con este dato, la reducción en el acumulado anual pasa a ser del 17,6 por ciento frente al 20,1 por ciento registrado entre enero y julio. Si se excluye el carbón de la térmica de Iberdrola el descenso se sitúa en el 5 por ciento. Por mercancías, aparte de la caída del 86 por ciento en el tráfico de carbón por el cierre de la central térmica, el sector siderúrgico presenta un descenso próximo al 9 por ciento (9,13 por ciento los productos siderúrgicos y 8,59 por ciento la chatarra), los automóviles prácticamente se estabilizan con un recorte del 1,56 por ciento, el papel y la pasta de madera descienden un 14,72 por ciento y los abonos caen un 9,46 por ciento.
Los aumentos se encuentran en mercancías con menor repercusión en términos absolutos, como materiales de construcción (25,18 por ciento), maderas (132,75 por ciento) y arcillas (8,41 por ciento).