El puerto de Tarragona sacará a concurso la construcción del muelle Isla Baleares y la terminal multipropósito que acogerá a principios de 2008, tras dar luz verde al proyecto el último consejo de administración de la autoridad portuaria del año 2007. La obra “estará adjudicada antes de agosto”, aseguró Josep Anton Burgasé, presidente del puerto, y acabada entre 2010 y 2011. “Seguro que hay empresas interesadas en el proyecto”, añadió Burgasé.
La actuación supondrá una inversión de 150 millones de euros. Con el nuevo muelle, Tarragona ganará unas 21 hectáreas de superficie. Contará con 725 metros de longitud, una anchura variable de entre 180 y 350 metros y un calado de 20, “lo que permitirá el atraque de buques de máxima capacidad”. La concesión será por un periodo de 35 años. Como ya avanzó este periódico en una pasada edición, la construcción del muelle llevará aparejada la explotación de una terminal multipropósito, un tipo de instalación que actualmente no existe en el puerto de Tarragona.
La nueva superficie portuaria se dedicará al tráfico de mercancía general y graneles sólidos, así como de líquidos que no sean inflamables o tóxicos. Desde el punto de vista ambiental, el proyecto contempla medidas para mitigar el impacto ambiental como que las descargas se realicen en tolvas ecológicas, que las cintas de transporte horizontal sean cerradas y que el almacenaje se haga en espacios cerrados. La nueva infraestructura se construirá al lado del actual muelle de Cataluña. Su ejecución es posible tras finalizar, el pasado verano, las obras de ampliación del dique de abrigo. A más largo plazo, la Autoridad Portuaria proyecta crecer con una dársena exterior, de unas 200 hectáreas, una vez agotada la superficie actual con los proyectos que hay en marcha.